Luego de 9 meses de gestación, el bebé está listo para salir a conocerte. Sin duda querrás darle la mejor bienvenida que este pequeño merece y querrás tomar la mejor decisión en cuanto al parto y sus posibilidades. Si tu médico sugiere una cesárea, querrás estar preparada e informada lo más que puedas.
El parto es el proceso en el que el bebé sale desde el útero hacia el exterior. Cuando sale a través de la vagina hablamos de parto vaginal, y cuando debe extraerse directamente abriendo el útero hablamos de cesárea.
Esta extracción se realiza a través de una intervención quirúrgica, por lo que la mayoría de las veces solo se realizan si se presentan complicaciones en la madre o en el bebé antes o durante el parto. ¿Quieres saber más?
El parto por cesárea
La cesárea es una intervención quirúrgica que suele durar cerca de 1 o 2 horas. Se realiza anestesiando a la madre para evitar el dolor (usualmente se emplea una epidural), pues se realiza una incisión en el estómago bajo y el útero.
Puede que algunos padres encuentren que es más conveniente una cesárea por un tema de organización, o que es preferible tolerar el dolor de la recuperación de la cirugía al dolor del parto. Sin embargo, cada día hay más consciencia de que la cesárea surgió como una alternativa al parto natural y que este no debe sustituirse si no es necesaria por cuestiones médicas.
Algunas causas de la realización de una cesárea son:
- Urgente o de recurso: se decide realizar cuando ya ha comenzado el trabajo de parto. Algunos motivos pueden ser que las contracciones son muy débiles, lo que interrumpe el parto; que el bebé sea muy grande y la pelvis materna pequeña; que el feto esté sufriendo o en riesgo; que haya una hemorragia vaginal importante; o cualquier otro tipo de urgencia médica que ponga en riesgo la vida de la madre o la del bebé.
- Cesárea programada: se decide realizar antes de comenzar el trabajo de parto debido a ciertas circunstancias que aumentan el riesgo si el parto se realiza por vía vaginal. Algunas de estas son que hubo una cesárea anterior y el tipo de incisión podría producir un desgarro en el útero; una alteración en el útero que dificulte el parto vaginal; mala posición del bebé; infección activa en el cuello uterino de la mamá; gestaciones múltiples: cáncer de cuello de útero; riesgo elevado de sangrado del bebé; prematuridad; enfermedad cardiaca de la madre; u otras anomalías en el desarrollo del bebé, como espina bífida e hidrocefalia.
El tipo de parto debe analizarse cuidadosamente con el equipo médico. Luego de una evaluación sabrás si lo mejor para ti y tu bebé es tener un parto vaginal o una cesárea. Aclara todas tus dudas con tu médico.
Quizás deba estar en el hospital unos 3-4 días y la recuperación completa puede requerir 4-6 semanas. Durante este tiempo se debe evitar cargar peso y realizar ejercicio intenso. El doctor indicará cuándo retomar la actividad habitual.
Durante las primeras semanas tras la cesárea se puede experimentar:
- Calambres leves en el abdomen.
- Ligero sangrado vaginal (loquios).
- Dolor en el lugar de la incisión abdominal.
- Cansancio.
- Estreñimiento y gases.
Anteriormente se hablaba de que si hubo cesárea antes, todos los siguientes partos tendrían que ser cesárea igualmente. Actualmente no es así: existen bastantes posibilidades de poder tener un parto vaginal luego de una cesárea.
Beneficios
- Saber exactamente qué día nacerá el bebé, lo que permite una mejor planificación (si es cesárea programada).
- Protección del piso pelviano que reduce la incidencia de incontinencia y prolapso luego del parto.
- Podrían prevenirse muertes anteparto o intraparto al programar una cesárea.
- Menor transmisión de enfermedades como la hepatitis B y C.
- Se reduce la tasa de injurias fetales como fracturas e injuria de nervios.
Riesgos
- Las madres que recurren a la cesárea necesitan por lo menos 4 días de recuperación en el hospital (mientras que las con parto natural requieren máximo 2).
- Después de la cirugía tendrás que recuperarte de los efectos de la anestesia, como mareo y náuseas.
- Medicación luego de la intervención.
- Es un procedimiento delicado que involucra una incisión que atraviesa el abdomen para llegar hasta el útero, por lo que aunque es segura, no es menor, y por lo tanto, tiene riesgos asociados. Podría involucrar otros órganos vecinos.
- Puede presentar casos de infecciones o hemorragia.
- Riesgo de formación de trombosis en las piernas o pulmones.
