Durante el embarazo existen múltiples cambios a nivel anatómico y fisiológico. Cambios hormonales que pueden traer como consecuencia molestias, dolores, contracturas, calambres, falta de sueño y ansiedad. También cambios posturales que pueden generar malestares, desalineamiento global del cuerpo, dolor y molestia en zona lumbar.
Los objetivos principales de la práctica del Pilates durante el embarazo son mejorar el estado general de la embarazada. La lista que viene a continuación es larga, pero los beneficios del Pilates durante el embarazo y post parto son muchísimos.
– Mejorar molestias, dolor, contracturas.
– Cuidar los cambios posturales durante y después del embarazo.
– Preparación parto y postparto.
– Tonificar y flexibilizar la musculatura abdominal y dorsal.
– Proveer estabilidad articular.
– Conciencia postural.
– Elasticidad suelo pélvico y mantener tono muscular abdominal.
– Mantener fuerte y flexible la espalda.
– Prevenir edema y varices.
– Ayudar y acompañar a la embarazada en los distintos cambios que ocurren durante el embarazo.
– Preparar las extremidades inferiores para soportar el constante aumento de peso.
– Preparar piso pélvico para las diferentes etapas del embarazo, nacimiento y postparto.
– Estimular a realizar trabajo cardiovascular.
– Prevenir dolores de espalda o en articulación sacroilíaca (zona de la cadera y pelvis).
– Preparación y consejos para el trabajo de parto, nacimiento y postparto.
– Preparar y fortalecer extremidades superiores para los cuidados del bebé después del nacimiento.
– Mantener las funciones abdominales y corregir diástasis (separación de los músculos del abdomen).
– Ayudar a la recuperación general post parto.
Luego de dar a luz, es el médico quien prescribe la vuelta y reintegro a la actividad física. Generalmente se respetan tiempos de 6 semanas después del parto natural y 8 semanas después de cesárea.
En cuanto tu médico te permita volver a practicar Pilates, no lo dudes ni por un segundo, es importantísimo volver a fortalecer todos los músculos del abdomen y zona pélvica. Algunos de los beneficios de esta práctica en el post parto son:
– Fortalecimiento del suelo pélvico, ya que queda muy débil. Puede haber musculatura distendida y desgarros.
– Durante el parto, los huesos de la pelvis se mueven para dar paso al bebé. Además se libera una hormona llamada relaxina que prepara el parto y provoca una hiperlaxitud de los ligamentos. Todo esto provoca que luego del parto la zona lumbopélvica esté muy inestable. Lo que hace el Pilates es volver a fortalecer esos músculos y ligamentos.
– Diástasis abdominal: es cuando luego del parto, los músculos del abdomen se separan. Parte de la recuperación post parto será volver a fortalecer esa zona.
Pilates terapéutico
Varios estudios actuales revelan la importancia del Pilates terapéutico en la rehabilitación de distintos tipos de lesiones, condiciones y patologías, entre ellas, del embarazo y post parto.
El Pilates terapéutico es una herramienta complementaria a la kinesiología. Tiene como fin el reequilibrio y reestructuración a nivel muscular, articular y neural, permitiendo tratar principalmente desbalances musculares y articulares, que tienen en común la presencia de dolor.
A través de la consciencia del propio cuerpo, de su estructura, activación muscular y consciencia postural, se trabaja desde una base estable, activando principalmente el core (músculos abdominales, lumbares, de la pelvis, los glúteos y la musculatura profunda de la columna). Luego se busca abarcar cintura, zona escapular y pélvica, y extremidades superiores e inferiores.
Piroska Nyman Krauz
Instructora de Pilates
Kinesióloga
Diplomado en embarazo y postparto