Todos sabemos que tomar alcohol en exceso cuando estás embarazada está absolutamente prohibido, pues los efectos nocivos en tu bebé pueden llegar a ser fatales. Sin embargo, de a poco se ha ido corriendo la línea desde “tolerancia cero” hacia “una copa a la semana”. ¿Qué produce tomar mínimas dosis de alcohol en mi embarazo? ¿Cuánto es el máximo recomendado? Veamos qué dicen los estudios para que puedas tomar decisiones informadas con respecto a tu salud y la de tu bebé.
La comunidad médica no tiene una respuesta exacta de cuánta cantidad de alcohol no le hace daño al bebé, pues no hay mucha evidencia clara con respecto al efecto en dosis bajas. Pero sí hay evidencia sobre que el consumo de alcohol en dosis altas puede dañar severamente al bebé en camino. Es por esto que la principal recomendación es abstenerse a ingerir cualquier tipo de alcohol y en cualquier cantidad durante toda la etapa de embarazo.
El efecto del alcohol
El consenso entre los expertos e investigaciones es uno, fuerte y claro: el consumo de alcohol durante el embarazo puede ser riesgoso para la salud de tu bebé. Las consecuencias pueden llevar a un aborto espontáneo, parto fallido o prematuro, o problemas físicos, intelectuales y de comportamiento conocido como TEAF (Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal, FASDs en inglés).
Los niños que nacen con TEAF pueden presentar rasgos anormales faciales (como un surco naso labial), tamaño pequeño de su cabeza, pueden ser más bajos y pesar menor que el promedio, ser hiperactivos y descoordinados, tener dificultades de aprendizaje, problemas al corazón, riñón o huesos, entre otras desventajas.
Estas consecuencias negativas pueden suceder ya que el alcohol que está en la sangre de la madre se traspasa al bebé a través del cordón umbilical y la placenta. Esto significa que no solo ella está tomando alcohol, si no que está compartiendo cada vaso igualmente con su hijo. La diferencia es que el bebé se demora el doble que la mamá en eliminar el alcohol de su sistema.
Según la OMS, una de cada 10 mujeres como promedio consumen alcohol durante su embarazo, y el 20% de ellas de manera compulsiva (cuatro o más bebidas alcohólicas en cada ocasión). Beber compulsivamente es una causa directa del síndrome alcohólico fetal.
De hecho, se estima que una de cada 67 embarazadas que consumen alcohol darán a luz a un niño con TEAF. Es importante aclarar que no todas las embarazadas que beben alcohol dan a luz a un niño con trastornos. Cada mujer bebe distintas cantidades y tiene capacidades diferentes para metabolizar el alcohol, igual que cada bebé.
Estudios sobre bajas dosis
Aprendimos que los estudios demuestran claramente que beber en exceso puede tener consecuencias negativas directas para tu bebé. Sin embargo, la evidencia no es tan clara con respecto a un consumo bajo de alcohol.
“¿Qué tan clara es la evidencia médica que apoya la abstinencia absoluta de alcohol durante el embarazo? No tanto. Hay estudios que sugieren que mujeres embarazadas que toman alcohol ocasionalmente no dañan la salud del bebé ni la de ellas mismas”, señala un estudio de la Universidad de Harvard.
Éste explicita que a pesar de que la opción más segura es abstenerse completamente del alcohol, consumir bajas cantidades en el inicio del embarazo puede ser menos riesgoso para la salud de ambos de lo que se creía anteriormente. Un consumo mínimo no aumentaría el riesgo de aumento de la presión sanguínea o de un nacimiento prematuro.
Otro estudio publicado en la Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria descubrió que los hijos de madres que bebieron uno o dos copas de bebida alcohólica a la semana durante su embarazo, no estaban expuestos a un mayor riesgo de dificultades cognitivas a los 5 años de edad. En 2013 se publicó una investigación realizada en el Reino Unido la cual no encontró evidencia que indicara que un consumo moderado de una mujer durante su embarazo tenía efectos adversos en la habilidades neurológicas de su hijo a los 10 años de edad.
Un caso común es que antes de saber que estabas embarazada, consumiste alcohol en algunas ocasiones. No te preocupes, la evidencia establece que lo más probable es que no le generaste ningún daño a tu bebé. Lo mejor es que una vez que corrobores tu embarazo, evites el consumo de alcohol, pues es la opción más segura para su salud.
Algunos consejos para dejarlo son:
1.- Si sueles consumir alcohol para relajarte, sustitúyelo con otros métodos de desahogo, como pintar o tocar algún instrumento, darte un baño caliente, masajes, hacer deporte o leer.
2.- Reemplaza tu trago favorito por su alternativa sin alcohol. Por ejemplo, si sueles tomar cerveza, consume una sin alcohol, así no se te hace tan difícil. Sírvelo en el vaso que siempre usas y en los momentos que sueles tomar, para que ni te des cuenta de que no tiene alcohol.
3.- Coméntale a tu pareja, familia y amigos que no estás tomando alcohol, para que te ayuden y intenten acompañarte en el camino de sobriedad.
Alcohol: ¿menos probabilidades de quedarme embarazada?
El abstenerse del alcohol también es recomendable si estás intentando quedarte embarazada. Investigaciones establecen que mujeres que bebían menos de 14 raciones de alcohol a la semana no sufrían ningún efecto en su fertilidad. Sin embargo, para quienes bebían 14 o más raciones a la semana (alrededor de dos botellas de vino en 7 días), las posibilidades de quedar embarazadas disminuían un 18% aproximadamente.
Un estudio de la Universidad Southern Denmark reveló conclusiones similares, incluyendo también a los hombres: las parejas que buscan quedarse embarazadas deben evitar consumir alcohol mientras intentan concebir, pues afecta a la fertilidad de ambos.
Y en época de lactancia…
Lo lamento, la abstinencia no termina con el parto. Así como durante el embarazo, al estar amamantando a tu bebé también le traspasas los nutrientes que consumes. La comunidad médica explica que no hay ningún nivel de alcohol en la leche materna que se considere seguro para un bebé. Investigaciones sugieren que bebés que toman leche materna y están expuestos a un trago al día, pueden tener un desarrollo motor deficiente y trastornos de sueño.
Amamantar y consumir alcohol no se debe mezclar. Si decides tomar, evita dar pecho hasta que haya desaparecido el alcohol en tu sangre. Esto usualmente lleva de dos a tres horas para 360 ml de cerveza (5% de graduación), 150 ml de vino (11% de graduación) o 44 ml de licores (40% de graduación), por ejemplo. Esto varía dependiendo de tu peso corporal.
Extraer la leche materna luego de tomar alcohol no acelera la eliminación de éste en tu sangre. Lo que debes hacer si decides consumir alcohol es extraer leche antes de consumir para tener suministro almacenado y así poder alimentar a tu bebé con la beneficiosa leche materna durante las horas que sigue habiendo alcohol en tu sangre.