Tu bebé nació sano y salvo, y tú ya estás lista para empezar a recuperarte. Durante las primeras 48 horas desde el nacimiento lo más probable es que sigas en la clínica. Te contamos cómo es ese período antes de que te vayas a casa con tu bebé.
El primer consejo es: aprovecha de dormir. Tendrás muchas manos que te pueden ayudar para que tengas la mejor recuperación posible. Atenta a los consejos de los expertos de lactancia, resuelve todas las dudas que tengas, este es el momento.
Tras el parto te dejarán unas horas en observación antes de que te lleven a tu habitación. En caso de cesárea tendrás que estar un poco más de horas en el paritorio, y el bebé estará en la sala de neonatos. Al llegar a tu habitación realizarán una primera revisión de tus signos vitales, tu flujo sanguíneo, involución uterina, el estado de la episiotomía (si la hay), si hay derrames de orina, entre otras mediciones.
En cuanto a la alimentación de la madre, luego de un parto normal podrás comer y beber cuando lo desees. En caso de cesárea deberás esperar unas 12 horas para ingerir alimentos sólidos.
¿Bebé o no bebé?
Luego tendrás la opción de quedarte con el bebé en tu pieza o enviarlo a que lo cuiden las enfermeras (igual te lo traen de vez en cuando). Se habla de grandes ventajas en cuanto a esos primeros momentos de vínculo y cercanía que puedes tener con el bebé, por lo que se recomienda que se instale en tu habitación. Sin embargo, debes decidir lo que más te acomode: no sientas vergüenza en enviarlo a la sala-cuna del hospital si quieres descansar lo más posible.
Generalmente si lo dejas en tu habitación pasará la mayor parte del día durmiendo, y solo despertará para amamantar. No te preocupes de los pañales ni de esfuerzos extra: haz que tu acompañante o los asistentes médicos se encarguen de eso.
El bebé irá adaptándose a la vida extrauterina de a poco. Su ombligo no requerirá ninguna higiene especial, el personal de enfermería les explicará un poco más al respecto.
Puerperio
Esto es el tiempo en el que tarda el cuerpo de la mujer en recuperar el estado previo al embarazo. Se considera que este período dura alrededor de 6 semanas (40 días). A las primeras 24 horas de posparto se les dice puerperio inmediato.
Durante estas primeras horas los músculos de la pelvis y el abdomen volverán de a poco a su tono normal. Se recomienda realizar ejercicios de rehabilitación pélvicos para prevenir prolapsos, pero siempre guiados por un especialista, sobre todo durante el tiempo cercano al parto.
Al día siguiente del nacimiento de tu bebé puede ser que sientas más dolor que el día anterior. Toma los medicamentos que te indiquen y no camines por todos lados. Seguramente el especialista irá a chequear cómo está todo por allá abajo.
Se aconseja cambiar con frecuencia las compresas que tendrás en la zona vaginal para mantenerla lo más seca posible para favorecer la cicatrización y prevenir infecciones. El periné puede estar algo inflamado, no hagas movimientos bruscos.
Lactancia materna
El día 2 es cuando estarás más enfocada en amamantar. No te resistas en recibir ayuda o consejos de los especialistas en lactancia, a pesar de que sientas que lo estás haciendo increíble. Deja que observe el agarre de tu bebé, la posición que usan al alimentarlo, etc. Estas primeras tomas son cruciales para tener una buena experiencia de lactancia materna.
En tu habitación te informaran sobre los beneficios de lactancia y te enseñarán técnicas para amamantar, en cuanto a la colocación y la succión. Una gran preocupación que tienen las mujeres es la falta de leche y si el calostro alimentará al bebé: sí, esas gotitas amarillas son el alimento ideal para el recién nacido.
Es ideal comenzar a practicar la lactancia lo antes posible pues la succión del pezón ayuda a que el útero se contraiga y a que se produzca la subida de la leche en pocas horas.
Estarás cansada y adolorida, pero duerme lo más que puedas porque mañana te vas a casa.
Una vez en el hogar: ojo a las complicaciones
El puerperio continúa en casa una vez que les dieron de alta. Sigue cuidándote: debes continuar en reposo leve mientras se pueda, no realizar esfuerzos físicos y estar lo más acompañada posible.
Hay ciertas situaciones que debes estar observando en tu propio cuerpo pues si sientes alguno de estos síntomas es aconsejable que te pongas en contacto con tu médico:
- Fiebre (+ 38 ºC)
- Hemorragia fuerte
- Loquios malolientes (el loquio es un flujo sanguinolento que sale del aparato genital de la mujer en las dos primeras semanas después del parto y puede durar hasta un mes)
- Dolor exagerado en las mamas o en la episiotomía (si hubo)
- Inflamación en una de las piernas
- Problemas para respirar
- Molestias urinarias graves
Otra complicación que podrías tener es del ámbito psicológico: depresión posparto, la cual afecta a entre un 30-80% de las recientes madres. Los síntomas más frecuentes son:
- Tristeza, llanto
- Cambios de humor, irritabilidad
- Confusión y olvidos
- Cefalea
- Indiferencia hacia el bebé
- Trastornos de sueño y fatiga
- Ansiedad
Estas reacciones se producen frente a la situación de estrés de tener un bebé y la incertidumbre que viene con esto, además de que se relaciona con la caída brusca de los niveles hormonales tras el parto.
Es una enfermedad que no suele ser grave y debería mejorar en pocos días. Es aconsejable que te rodees de personas que te puedan ayudar con el bebé pero también que cuiden de ti.