Cerca del 50% de las mujeres sufren disfunciones del piso pélvico luego de tener un parto, sin embargo, nadie habla mucho del tema. Lo bueno es que sí se puede trabajar la zona para evitar consecuencias y momentos desagradables, incluso si ha pasado mucho tiempo desde el parto: nunca es tarde para comenzar a cuidar esta zona tan importante.
Las disfunciones del piso pélvico no afectan a todas pero es muy común que sufras al menos una de estas de manera leve luego de haber tenido un parto vaginal. Cuidar la zona y realizar ciertos ejercicios puede ayudar considerablemente a evitar o menguar estos problemas.
Algunas de las disfunciones pueden ser las siguientes:
- incontinencia urinaria
- incontinencia fecal
- prolapso de organo pélvico
- dolor crónico
- diástasis de recto abdominal
- dolor durante el sexo o imposibilidad de penetración
- anormalidades sensoriales y de vaciado de la vejiga o tracto urinario.
Consecuencias del parto en la zona pélvica
Pero, ¿qué sucede durante el parto que causa tales problemas en el piso pélvico? De hecho, todo comienza durante el embarazo, pues la pelvis comienza a cambiar cerca del segundo trimestre. En esa etapa se libera una hormona que comienza a relajar los ligamentos y la pelvis se comienza a preparar para ser movida.
En el tercer trimestre (cerca de las 28 semanas de embarazo), los ligamentos del abdomen y de la pelvis se relajan aún más y ésta última comienza a moverse. Esto produce que muchas embarazadas caminen balanceándose (“como pato”) y les cueste levantarse o sentarse, pues no tienen el mismo soporte que antes.
Todo esto sucede para prepararse para el parto: el piso pélvico debe agrandarse 2,5 veces su tamaño normal para que el bebé pueda salir. El periné o perineo es el músculo que va entre la vagina y el ano, y es éste el que se alargará 2,5 veces su tamaño. En algunos partos el doctor realizará una episiotomía, esto es una incisión en el periné, partiendo desde la vulva hacia el ano.
Pero retrocedamos un poco… ¿a qué nos referimos cuando hablamos del piso pélvico? Este es un grupo de músculos entre el hueso púbico hasta la rabadilla (extremo inferior de la columna vertebral). Contiene tres orificios (en el cuerpo de una mujer): uretra, vagina y ano. Es muy importante pues soporta órganos importantes como los intestinos, útero, vejiga, entre otros.
Durante el puerperio
El puerperio es el período posparto en donde ocurre la recuperación del aparato reproductor, la involución uterina y sus tejidos. Durante este tiempo el suelo pélvico está sensible y, muchas veces, dañado. El simple hecho de estar en pie, en contra de la gravedad, es un esfuerzo, pues se está soportando un útero de alrededor de 1 kg.
Durante este período se recomienda evitar la gimnasia abdominal convencional, estar mucho tiempo de pie, cargar peso y realizar esfuerzos que produzcan presión abdominal. Todas estas acciones pueden llevar a un sobreesfuerzo del periné y los ligamentos de la zona pélvica, favoreciendo el descenso de los órganos y que se generen incontinencias a partir de esto.
Una recuperación descuidada puede ser una causa (entre otros factores) de incontinencia urinaria, una de las dificultades más comunes entre las mujeres luego de un parto. Este problema de salud puede tener importantes consecuencias sociales y psicológicas, ya que si se deja evolucionar puede empeorar la calidad de vida de forma drástica. Puede condicionar la vida social de la mujer a tal nivel que desencadenan trastornos depresivos, de ansiedad y autoestima.
Si en el primer posparto tuviste la posibilidad de cuidarte y recuperarte al 100%, es más fácil recuperarse en el segundo. Lo primero que debes hacer es consultar a un kinesiólogo o especialista en el tema para que entregue una terapia que luego podrás continuar en casa.
Qué hacer para una recuperación exitosa
La labor rehabilitadora de los músculos tiene como objetivo principal que la mujer tome conciencia de la existencia de éstos y que logre contraerlos voluntariamente. A partir del ejercicio de contracción conseguirá aumento de tono y fuerza muscular de la zona.
Algunas recomendaciones para realizar durante el posparto son:
- Si el periné se encuentra inflamado, una compresa de agua fría puede disminuir la inflamación y aliviar el dolor.
- Fisioterapia: reposo por lo menos en las primeras tres semanas. No absoluto, pues tendrás que atender a tareas maternales pero intenta evitar realizar otras actividades físicas que no sean esenciales. Además, se recomienda realizar ejercicios circulatorios durante la época de reposo, como movimientos circulares de los tobillos y flexión y extensión de ellos.
- Alimentación rica en fibra y una correcta hidratación: esto te ayudará a evitar el estreñimiento y así no tendrás que hacer esfuerzos para defecar lo que puede presionar tu periné. No te aguantes las ganas de ir al baño y recuerda mantener una postura correcta cuando estés sentada en el escusado.
- Cuida la higiene de la zona genital para evitar posibles infecciones. Si te han realizado una episiotomía, una buena higiene favorecerá la correcta cicatrización de los tejidos. Mantén la zona de los puntos limpia y seca, no abuses de los lavados.
- Después de dos días desde el nacimiento se pueden empezar a realizar ejercicios de Kegel. Estos están basados en la contracción voluntaria de la musculatura del suelo pélvico. En la mayoría de los pacientes mejora de forma significativa los músculos de la zona y en consecuencia la funcionalidad de los órganos como la vejiga y el recto.
- Otra herramienta luego de varias semanas posparto son los abdominales hipopresivos que trabajan la zona abdominal sin presionar al suelo pélvico, ayudando a la vez a tonificar la musculatura perineal.
Es muy importante realizar los ejercicios de Kegel y los abdominales hipopresivos con la supervisión de un fisioterapeuta que te indicará la musculatura correcta a contraer y cómo hacerlo. Estos ejercicios también son recomendados para las mujeres que hayan pasado por una cesárea.