Las ecografías son parte de las pruebas del embarazo, pero no todas son iguales entre sí. Un tipo de ecografía no obligatoria es la Doppler, la cual podría ser solicitada por tu médico. ¿Por qué realizarla? ¿Sabes en qué consiste y qué información revela?
Ver al bebé en la guatita es un evento muy importante en la vida de los padres. Las ecografías prenatales permiten esto: suelen realizarse cuatro ecografías en distintas etapas de gestación, cada una con objetivos diferentes.
Estos exámenes entregan información útil sobre la salud y estado del bebé en gestación, permitiendo la detección de anormalidades o complicaciones y posibilitando un manejo adecuado.
La Doppler es un tipo de ecografía prenatal no obligatoria, sin embargo, suele realizarse a la mayoría de las embarazadas. ¿Por qué?
Qué es
La ecografía Doppler es una evaluación ultrasonográfica no rutinaria y no invasiva que comprueba mediante ultrasonidos el estado de la circulación de la sangre del bebé, placenta y útero. Suele hacerse a todas las embarazadas en el primer, segundo o tercer trimestre, si el médico lo considera necesario.
Es una ecografía a color que permite conocer la cantidad de sangre que bombea el corazón y analizar las válvulas cardíacas del bebé. Se puede detectar cualquier anomalía que tenga el bebé antes de su nacimiento.
El dispositivo funciona con un ultrasonido regular con el efecto Doppler, para determinar la velocidad a la que se mueven los objetos (glóbulos rojos en el flujo sanguíneo). El nombre deriva de Christian Doppler, quien descubrió la diferencia de tono que tiene un objeto dependiendo de su velocidad.
En una ecografía común se utilizan ondas sonoras para crear imágenes, pero no se muestra la sangre en circulación.
Este examen es de especial importancia en el caso de mujeres con embarazo de alto riesgo por preeclampsia, hipertensión y crecimiento intrauterino retardado. El Doppler ayuda a saber en qué estado de compromiso se encuentra el bebé.
Qué revela
La ecografía Doppler puede ayudar a diagnosticar muchas afecciones del bebé, que reduzcan u obstruyan la circulación de la sangre. Algunas de estas son las siguientes:
- Coágulos sanguíneos
- Insuficiencia venosa.
- Enfermedades cardíacas.
- Oclusión arterial.
- Enfermedad arterial periférica.
- Aneurismas.
- Estenosis de la arteria carótida.
- Hipoxia fetal.
- Anemia fetal.
- Aneurismas.
- Acretismo.
Sobre el examen
El examen es inocuo e indoloro para la madre y el bebé. Emplea ondas de sonido, no radiación, por lo que no genera riesgos de malformación o complicaciones.
No se necesita preparación especial ni ayuno. El bebé debe estar en reposo durante el examen para que los resultados sean válidos y más exactos.
Suele durar entre 20 y 30 minutos y los resultados se entregan inmediatamente después de terminada la ecografía.
La madre se debe acostar en una camilla, luego un profesional de la salud aplica un gel especial sobre la piel y empieza a presionar suavemente y mover un transductor sobre la parte descubierta del cuerpo. Este dispositivo envía ondas de sonido por el cuerpo, las cuales se graban y se convierten en gráficos en un monitor.
Es una prueba que se puede llevar a cabo como alternativa a procedimientos más invasivos como la arteriografía.