¿Cómo saber si mi bebé es intolerante a la lactosa?

Abr 14, 2020

Bebé ·

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La intolerancia a la lactosa es un trastorno que afecta a una gran parte de lo población, en distintos niveles. A pesar de que no es habitual, puede afectar también a los bebés lactantes, por lo que si notas ciertos síntomas que describiremos acá, debes acudir a tu pediatra.

Leche materna y la lactosa

La leche materna está compuesta por agua (más del 85%), proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales, y otros como hormonas, enzimas, etc. El principal hidrato de carbono es la lactosa (azúcar de la leche). Este componente se crea en la glándula mamaria y no depende de los alimentos que consume la madre.

La lactosa es un disacárido que se encuentra en la leche de los mamíferos y otros productos lácteos como el yogur y los quesos. Incluso algunos tipos de pan, cereales y alimentos enlatados también contienen lactosa. Es muy beneficiosa y necesaria para el desarrollo cerebral.

El intestino delgado es el órgano que desintegra la lactosa, absorbiendo los dos azúcares simples que la componen: glucosa y galactosa. Cuando hay una disminución de la cantidad de la enzima lactasa, la cual es la encargada de desintegrar la lactosa, no se puede descomponer ni absorber. Esto produce síntomas, que puede significar que la persona es intolerante a la lactosa.

Intolerancia y sus signos

Primero se debe diferenciar entre intolerancia y alergia. Cuando una persona tiene una alergia a un alimento, su sistema inmunológico interviene y libera histaminas. A partir de esto se pueden ocasionar síntomas como problemas para respirar, tos, vómitos, inflamación o dolor de estómago, entre otros.

Por otro lado, cuando una persona sufre una intolerancia es por una baja cantidad de enzima lactasa por lo que no se absorbe la lactosa totalmente. Esto no está mediado por el sistema inmune.

La intolerancia a la lactosa puede afectar a los bebés, sin embargo no es una condición muy común en esa etapa de la vida. Habitualmente comienza a aparecer después de los 3 años de edad. 

Los bebés prematuros tienen mayor probabilidad de tener un tipo de intolerancia a la lactosa llamado deficiencia de lactasa de desarrollo. Esto puede ser temporal, solo por unos días después de nacer.

Otra razón por la que un bebé podría expresar este trastorno es por un gen heredado. Esto se llama deficiencia de lactasa congénita, en el cual no se puede descomponer la lactosa presente en la leche materna. Esta intolerancia provoca diarrea grave, deshidratación y pérdida de peso.

Los síntomas pueden variar de acuerdo a la cantidad de lactosa que se consume. Mientras más cantidad, más síntomas. Estos pueden empezar a manifestarse desde pocos minutos después de consumir lactosa, hasta un par de horas después. 

Algunos de los síntomas en el bebé pueden ser:

  • náuseas
  • dolor abdominal, calambres e hinchazón
  • sonidos estomacales
  • diarrea 
  • pérdida de peso
  • llanto descontrolado

Una forma de comprobar si tu hijo tiene problemas para digerir la lactosa es evitar darles productos lácteos durante dos semanas y ver si mejoran sus síntomas o si cambia la composición fecal del niño. El pediatra puede detectar su intolerancia mediante una prueba de hidrógeno en el aliento u otros exámenes.

En cuanto a la madre intolerante a la lactosa, no hay ningún problema en amamantar al bebé. No se traspasa a través de la leche ni afecta a la composición de esta.

Opciones y tratamiento

En algunos casos, como se mencionó, la intolerancia es temporal. Otras veces es permanente y requiere cambios en la dieta para evitar los síntomas.

Si detectas algunos de los síntomas en tu bebé relacionados con la intolerancia a la lactosa, debes acudir a tu pediatra. A la más mínima duda se recomienda suprimir los lácteos de la dieta del bebé, cuidando la alimentación diaria para que no le falten nutrientes en su dieta.

Una vez establecido el diagnóstico de un profesional, puede que sea necesario dejar de amamantar al bebé y empezar a alimentarlo con leche en fórmula sin lactosa. En el caso de la intolerancia secundaria, la retirada de la lactancia materna solo sería temporal hasta que se recupere el intestino del bebé bajo supervisión médica. 

La intolerancia primaria suele manifestarse en lactantes a partir del año de edad en adelante. En este caso debe retirarse la lactosa en cualquiera de sus formas de su dieta. Si el médico indica que la intolerancia no es muy severa, puede que le permita alimentarse con cierta cantidad de leche materna.

En el caso de la intolerancia a la lactosa congénita, se debe ser muy estricto y retirar en un 100% la lactosa de su dieta alimenticia, incluyendo la lactancia materna.Hay leches en fórmula sin lactosa para lactantes en las cuales solo se reemplaza la lactosa por otros azúcares, pero el resto de su composición es igual al resto de las leches preparadas. No se debe usar leche de vaca sin lactosa o bajas en lactosa pues no están hechas para las necesidades del lactante.

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