Muchas veces los niños pasan por etapas en las que no comen tanto como deberían o solo aceptan unos pocos alimentos y rechazan los saludables. Como padres, es común sentir preocupación por su nutrición e intentar que coman de manera balanceada y contundente.
A los 6 meses de vida la OMS recomienda introducir alimentos complementarios a la leche materna en la dieta de los bebés. Desde que introducimos alimentos sólidos, los niños pasan por distintas etapas y preferencias.
Quizás solo coma un tipo de alimento y tenga rechazo a otros, se niegue a probar comida nueva o simplemente no quiera comer casi nunca. También hay ciertos cambios en la rutina que pueden modificar su conducta respecto de la comida y se acostumbren a un tipo de alimento o lugar para comer.
Sea como sea, ciertos momentos pueden preocupar a los padres, quienes muchas veces no saben cuál es el método correcto para incentivar la alimentación adecuada en los niños.
Posibles causas
Los primeros meses de vida, los bebés comen mucho y muy seguido. Sin embargo, mientras van creciendo empiezan a comer menos. El motivo es que al primer año de vida disminuye la velocidad de crecimiento, por lo que la cantidad y frecuencia de alimentación que tuvo el primer año no se mantendrá por mucho tiempo más y eso es común.
Muchos niños usan el acto de alimentarse como un momento para demostrar su independencia y autonomía. Decir que “no” les hace sentir control ante sus padres, y la alimentación puede ser una de esas situaciones para demostrarlo.
Hay que considerar que muchas veces los padres creen que saben qué y cuándo deben comer sus hijos, sin embargo, los niños también pueden determinar lo que necesitan por lo que no hay que obligarlos pues se transforma en un juego para ellos. Hay que regular las expectativas y respetar sus necesidades fisiológicas.
Niños de la misma edad y tamaño pueden comer de manera y cantidad muy distinta, pues cada persona necesita una cantidad de alimento muy variable y tiene una necesidad energética diferente de acuerdo a muchos factores.
Consejos para una alimentación saludable
La hora de comer de nuestros hijos puede aprovecharse para crear hábitos de alimentación, y hay cosas que podemos hacer para incentivar su apetito y darles una percepción positiva de la comida:
- Establece horarios claros para cada una de las comidas para que así el niño tenga hambre a la hora de comer.
- En horarios fuera de las comidas principales, ofrécele snacks saludables y ojalá no tan cerca de cuando le toque comer.
- Si tu hijo no está teniendo mucho apetito, ofrécele comidas que le gusten y que sean saludables, o transfórmalas en saludables.
- Recuerda que las cantidades de él son diferentes a las de un adulto.
- No mezcles la hora de comer con ver pantalla: es una mala costumbre que caen los padres desesperados porque coma. Puede ser una salida fácil en el momento pero a largo plazo puede tener consecuencias negativas en su concepción del momento de alimentación.
- Haz que el momento de comer sea una situación entretenida, momento familiar de conversar, mirarse a los ojos y escucharse. Debe ser agradable para el niño.
- No condiciones la comida al castigo o premio: no le niegues comer si se porta mal durante el día ni lo premies con un plato rico si se portó bien. Tampoco lo castigues si no quiere comer o no se come todo.
- Puede ayudar que él mismo se sirva y decida qué alimentos poner en su plato, así estarás fomentando su autonomía. Otra técnica es introducir la alimentación complementaria a través del método “Baby led-weaning”: ellos mismos sostienen los trozos de comida, exploran su forma y textura, y los mastican por sí solos.
- Fomenta la alimentación equilibrada: ofrécele alimentos variados y saludables, estarás contribuyendo a su nutrición y a que su paladar pruebe distintos sabores y texturas.
- No le sirvas un plato gigante que pueda angustiarlo. Los niños necesitan menos cantidad de comida que los adultos, sírvele una porción razonable.
- Sé un ejemplo: al comer en la mesa, los niños estarán observando tus hábitos y comportamientos. Esto es muy importante a la hora de educar y motivar su alimentación sana.
No obligar
El consejo principal para los padres por parte de los expertos es: no los fuerces a comer.
Algunos aspectos negativos de obligarlos a comer:
- Es casi un método de tortura: obligarles a comer más de lo que necesita puede ser traumático y frustrante. El momento de comer se transforma en un momento negativo que se va a querer evitar a toda costa.
- Obligarlo le enseña que él no tiene autonomía ni capacidad de tomar sus propias decisiones, y que es normal que otra persona tome decisiones sobre sí mismo.
- Estudios indican que la obligación de comer favorece al sobrepeso y obesidad infantil.
- Efecto contraproducente: no ayuda a aumentar su apetito y ganas de comer, al contrario, provoca mayor rechazo a comer.