Según Carol Dweck, profesora de psicología de la Universidad de Standford, la mentalidad de crecimiento es “la creencia de que nuestras cualidades básicas se pueden cultivar a través del esfuerzo”.
¿Por qué es importante?
Las creencias que tenemos sobre nuestra propia inteligencia influyen profundamente en la forma en la que enfrentamos desafíos en la vida. Si no nos creemos capaces para hacer algo es muy difícil que lo logremos. Y por el contrario, si somos conscientes de que con esfuerzo y dedicación lograremos todo lo que nos propongamos en la vida, las posibilidades de tener éxito en aquello que nos propongamos serán aún mayores.
Cómo entrenar la mentalidad de crecimiento
1. Normaliza el error
Deja de castigar el error con comentarios y gestos, y por el contrario, transmite a tu hijo/a que equivocarse es parte natural del proceso de aprendizaje. Al hacerse esto, creas un ambiente en el que él/ella se siente seguro/a y se atreve a intentarlo.
2. Espera el error
Evita pedir o esperar respuestas y reacciones correctas. Simplemente espera respuestas y reacciones variadas y aprovecha el error como instancia de aprendizaje.
En este punto es importante manejar nuestras reacciones y cuidar cómo nos expresamos, tanto verbal como no verbalmente, para no mandar mensajes erróneos.
3. Elogia el proceso y el esfuerzo
Este es quizás el punto más importante. Al elogiar el esfuerzo y el proceso, y no el talento o la capacidad, enviamos el mensaje de que lo que determina el éxito no es algo que viene dado, sino que es algo que depende de ellos. Tu hijo/a debe sentir que se elogia lo que él/ella hace y su esfuerzo, ¡no quien es!
Equipo de Cultura
Colegio CREE Cerro Navia