Siempre hay que tener presente que el sueño infantil es evolutivo y no lineal. Habrán muchos desafíos, crisis, regresiones, cambios y otros, que alterarán y afectarán el sueño de nuestros niños/as.
Como mamá o papá, puedes venir con todo controlado, tu guagua descansa, tiene un buen dormir, siestas perfectas y de un día para otro todo se descontrola y no entiendes el por qué.
Esto puede pasar tanto en los casos de familias que tuvieron suerte y sus niños/as siempre durmieron bien, como en los casos en que trabajaron el sueño y venían con todo “controlado y aprendido”.
Algunas veces solo será una mala noche por algo puntual, y otras será el inicio de una crisis, pero buscamos incansablemente una razón que lo explique.
En este proceso de intentar entender qué pasa, muchas veces por sobrevivir, comenzamos a realizar cambios que no tocan o introducir asociaciones que no nos gustaría mantener en un futuro.
Pueden pasar días, semanas o meses y te das cuenta que todo se derrumbó y no sabes cómo retomar.
Despertares nocturnos, desvelos, madrugar, siestas cortas, dificultad para conciliar el sueño, nuevas tomas nocturnas o cuántas miles de alternativas que desestabilizan el descanso de todos en casa.
¿Cuál es la solución?
- Revisar qué es lo que cambió, cuáles son los “problemas”, y llevar un registro para tener clara la situación.
- Tener claro si es una situación puntual, y mientras mantengas el orden, todo volverá, o si ya hay que volver a generar cambios.
- Definir qué quieren cambiar y estar dispuestos al esfuerzo que esto conlleva.
- Conocer los requerimientos en cuanto a sueño diurno, ventanas de sueño y cómo ordenarlas.
- Tiene que ser gradual y será difícil, requerirá tiempo y paciencia, es agotador, pero trae resultados.
- Pregunta, infórmate, y no asumas que haces todo bien, porque muchas veces son detalles los que tenemos que ajustar para que todo funcione mejor.
- No busques la respuesta en la guagua de tu amiga, porque no son iguales.
Bárbara Guzmán
Psicóloga y Sleep Coach
Instagram: @kids360.cl