La incontinencia urinaria o pérdida involuntaria de orina, se produce porque existe una gran presión sobre el suelo pélvico. Una de las principales causas es el parto, ya que luego de éste la musculatura de la zona queda debilitada por lo que tiene dificultad para realizar su función. ¿Quieres saber más sobre esta frecuente patología?
La incontinencia urinaria se trata de una patología muy frecuente, afectando considerablemente la calidad de vida en ámbitos social, familiar, laboral, sexual, físico y psicológico.
El piso pélvico es la musculatura inferior que contiene las vísceras del abdomen y que hace posible la continencia. Muchas mujeres tras el parto sufren incontinencia urinaria, la cual se puede solucionar (e incluso prevenir) fortaleciendo el suelo pélvico.
De qué se trata
La incontinencia de orina se produce por un debilitamiento del piso pélvico y consiste en la pérdida involuntaria de orina. El piso pélvico es la estructura constituida por un conjunto de músculos que mantienen el útero, vejiga e intestino en su lugar para un correcto funcionamiento.
Existen distintos tipos:
- Incontinencia urinaria de esfuerzo: pérdida de orina involuntaria derivada de un esfuerzo físico que provoca presión abdominal, como toser, reír y correr.
- Incontinencia urinaria de urgencia: necesidad repentina e intensa de orinar, sin capacidad de retención antes de llegar al baño. Esta sensación de urgencia es consecuencia de una contracción involuntaria del músculo de la vejiga.
- Incontinencia urinaria mixta: es la presencia de los dos tipos de incontinencia mencionados. Es muy común en la etapa de posparto.
El embarazo y el parto son unas de las principales causas que provocan debilidad del suelo pélvico. El primero, debido al aumento de peso que se produce durante la gestación y que recae sobre la zona. El parto también es una causa pues provoca mayor debilitamiento de la musculatura perineal, y en ocasiones se acompaña una episiotomía o desgarro, lo que conlleva mayor riesgo de padecer incontinencia en el posparto.
Aparte del embarazo y el parto, hay otros factores de riesgo que pueden ocasionar incontinencia urinaria por debilitamiento del piso pélvico:
- Sobrepeso.
- Menopausia.
- Estreñimiento.
- Tos crónica.
- Esfuerzo físico diario.
- Ciertos deportes de impacto.
- Histerectomía (operación para extraer el útero).
- Infecciones urinarias.
- Consumo de sustancias irritantes.
- Ingesta excesiva de líquidos.
- Diabetes, parkinson o accidentes cerebro-vasculares (estas enfermedades pueden dañar los nervios que controlan la micción).
Hay una serie de señales que indican que el suelo pélvico está debilitado:
- Incontinencia urinaria.
- Al realizar ejercicios de Kegel, no sientes la contracción.
- Prolapso (descenso de los órganos pélvicos o sensación de peso en vagina).
- Dolor en la zona perineal.
Si tienes algunos de estos síntomas y crees que debes fortalecer tu piso pélvico, acude a un fisioterapeuta especializado en el tema.
Tratamiento
La incontinencia urinaria se suele resolver de forma gradual a medida que el cuerpo vuelve a recuperar la forma previa al embarazo. Hay ciertas prácticas que la mujer puede realizar para contribuir a este proceso:
- Ejercicios Kegel: ejercicios que permiten fortalecer los músculos del suelo pélvico.
- Modificar la ingesta de líquidos y alimentos tanto en cantidad como en tipo.
- Controlar el peso de modo saludable.
- Dejar de fumar.
- Controlar la postura para evitar exceso de presión sobre el suelo pélvico.
- Ejercicios de tonificación de la pared abdominal.
El tratamiento puede ser conservador (prácticas como las mencionadas anteriormente que recuperan el tono muscular), farmacológico o quirúrgico, dependiendo de cada persona y su tipo de incontinencia. Todos los tratamientos deben ser indicados por un especialista luego de realizar una valoración y diagnóstico del caso.
Prevención
El piso pélvico debería cuidarse y fortalecerse desde la juventud, además de conocerlo y entender su función. Cuando antes se nos introduzca a los ejercicios Kegel, mejor.
La mejor manera de prevenir la incontinencia urinaria es fortalecer los músculos de la zona pélvica.
Para lo anterior, debemos tener en cuenta las siguientes indicaciones:
- Cuidar la postura durante el embarazo.
- Comenzar cuanto antes con la realización de los ejercicios de Kegel, mantenerlos durante el embarazo y posparto (cuando recibas el alta hospitalaria).
- Realizar masaje perineal preparto para elastificar la musculatura del suelo pélvico, evitando la episiotomía y desgarro vaginal.
- Evitar el estreñimiento a partir de una dieta equilibrada en base a fibra.
- Evitar actividades que impliquen presión para el piso pélvico.