Uno de los desafíos más comunes para nosotras como madres es establecer una rutina de sueño efectiva para nuestros bebés. La hora adecuada para dormir puede variar según la edad de nuestro hijo o hija, y de sus necesidades individuales. Sin embargo, existen algunas pautas generales que podemos seguir.
Recién nacido (0-3 meses):
Durante los primeros meses de vida, los recién nacidos suelen dormir entre 14 y 17 horas al día, pero en intervalos cortos de tiempo. La mayoría de los bebés de esta edad no tienen un patrón de sueño establecido y pueden despertarse cada pocas horas para alimentarse. Es importante seguir su ritmo natural y establecer una rutina flexible que se adapte a sus necesidades.
De 3 a 6 meses:
A medida que alcanzan los 3-6 meses, pueden comenzar a desarrollar un patrón de sueño más predecible. En esta etapa, muchos bebés pueden dormir durante períodos más largos por la noche y tomar siestas más cortas durante el día. La mejor hora para dormir a tu bebé a esta edad suele ser de 7 a 8 de la noche, pero puede variar según sus necesidades individuales y la rutina familiar.
De 6 a 12 meses:
Entre los 6 y los 12 meses de edad, muchos bebés pueden dormir entre 12 y 14 horas al día, concentrando la mayoría de ese tiempo durante la noche. A esta edad es importante establecer una rutina de sueño consistente que incluya una hora regular para ir a la cama. La mayoría de los bebés se benefician de una rutina predecible que incluya baños tranquilizadores, actividades relajantes y tiempo tranquilo antes de acostarse.
Consejos para establecer una rutina de sueño:
- Observa las señales de sueño de tu bebé como bostezos, frotarse los ojos y volverse irritable. Responde a ellas ayudando a tu bebé a dormirse antes de que esté demasiado cansado.
- Crea un ambiente tranquilo y relajante a la hora de dormir, con poca luz y ruido. Te recomendamos usar el ruido blanco.
- Establece una rutina de sueño consistente que incluya las mismas actividades cada noche. Por ejemplo: baños, leche, cuentos y/o canciones de cuna.
- Mantén la hora de dormir y la rutina de siestas lo más regular posible, incluso los fines de semana.
- Sé paciente y flexible, ya que los bebés pueden tener noches difíciles o cambios en su patrón de sueño debido al crecimiento y los hitos del desarrollo.
