Al igual que los adultos, los bebés y niños pequeños también pueden sufrir de estreñimiento o constipación. De hecho, es muy habitual en bebés lactantes. ¿Cómo identificarlo y aliviarlo?
El estreñimiento significa estar varios días sin ir al baño (número 2) o cuando las deposiciones son de mayor dureza por lo que se debe hacer un gran esfuerzo para realizarlas, lo que puede provocar heridas y/o dolor.
Aunque la mayoría de los casos de estreñimiento en los niños son temporales, se debe intentar prevenir el estreñimiento en niños pequeños a través de cambio de hábitos diarios, y así evitar que sientan dolor.
Cómo detectarlo
El estreñimiento se da cuando las heces permanecen en el colon por mucho tiempo, lo que termina por deshidratarlas.
Las deposiciones “normales” de los niños son diferentes para cada uno. El primer mes, los bebés tienden a tener deposiciones diarias. Luego comienzan a disminuir su frecuencia.
Sus músculos abdominales son aún débiles, por lo que tienden a pujar y llorar cuando van a defecar. Esto no significa que estén estreñidos. Algunos niños no tienen deposiciones diarias, otros defecan muy suaves pero son saludables y otros defecan heces firmes pero no tienen problemas en deponerlas.
Cada caso es distinto, lo que es importante es ver cambios en las deposiciones y su frecuencia.
Las señales principales de estreñimiento en bebés y niños pequeños pueden ser:
- Regurgitar más seguido.
- Estar molesto e irritable.
- Heces duras o secas.
- Dolor al realizar una deposición.
- Tener menos de 3 deposiciones a la semana.
- Dolor estomacal.
Causas
Existen factores genéticos, alimenticios y conductuales que pueden influir en los niños pequeños y causar estreñimiento.
En el caso de los bebés, el estreñimiento suele estar causado por inmadurez en la fisiología de los intestinos. Además, los alimentados con leche artificial suelen tener más problemas de estreñimiento ya que la leche materna se digiere mejor.
A medida que se va introduciendo la alimentación complementaria, las heces de los bebés van cambiando de color y textura. En cuanto se les empiece a dar frutas y verduras, y empiece a moverse más, el intestino será beneficiado y el estreñimiento será poco frecuente.
Hay algunos cambios en la rutina como cuando se deja el pañal, llega un hermanito nuevo, se cambia de habitación, viajes, etc., que puede producir estreñimiento temporal.
Algunas causas típicas del estreñimiento son:
- Ignorar la necesidad de ir al baño (porque siente dolor al defecar o no quiere interrumpir algún juego, por ejemplo).
- No comer suficiente fibra.
- No beber suficientes líquidos.
- Pasar de la leche materna a alimentos sólidos o a la leche de fórmula.
- Aprender a ir al baño muy tempranamente, sin que él quiera.
- Alergia a la leche de vaca o el consumo excesivo de lácteos.
También existen causas médicas que producen estreñimiento como enfermedades intestinales, uso de ciertos medicamentos y otras afecciones médicas.
Tips para prevenir y/o aliviar sus molestias
Hay algunos cambios en el estilo de vida de la familia que pueden ayudar a evitar y también a tratar el estreñimiento.
- La hidratación es clave para ayudar a llevar agua al colon. El jugo también sirve.
- Si el bebé ha empezado con alimentos sólidos, ofrécele alimentos con alto contenido de fibra.
- Evita ciertos alimentos como queso, comida rápida, alimentos procesados y exceso de carnes.
- Enséñals a ir al baño luego de cada comida.
- Realiza un masaje en su estómago con movimientos suaves para eliminar gases y activar el intestino, favoreciendo las deposiciones.
- Fomenta el movimiento: juegos activos, gatear, correr, etc. La actividad mejora el tránsito intestinal.
Consulta con un médico si el bebé lleva 3 días o más sin defecar, está irritable y vomitando. Además, si hay sangre en las heces, acude de inmediato.