Cuando estamos embarazadas, uno de los cambios que sufre el cuerpo es que los músculos abdominales se separan para dar espacio al bebé. Esto produce que la línea central del abdomen, conocida como línea alba, se expanda y se separe. Luego del parto el abdomen debería volver a su lugar, pero en el caso del 80% de las mujeres, esto no es así.
Qué es la diástasis
Es la separación que sufren los músculos abdominales debido al crecimiento del útero en el embarazo, lo que hace que nuestro abdomen pierda soporte. Luego del parto, esta área debería volver poco a poco a la normalidad, pero no siempre ocurre así, lo que da paso a la diástasis posparto.
Síntomas de la diástasis posparto
La diástasis posparto no es algo solamente estético, sino que conlleva una serie de consecuencias que pueden perjudicar nuestra la calidad de vida.
Algunos de estos son:
– Dolor de espalda.
– Vientre abultado.
– Alteración del funcionamiento del piso pélvico.
– Problemas para levantar objetos pesados.
– Mala postura.
Hipopresivos, la solución al problema
Un error muy común que podemos cometer cuando tenemos diástasis es tratar de “bajar la pancita posparto” con dietas y muchos abdominales, pero al estar dañada la musculatura interna de nuestro vientre, esas acciones no servirán de nada.
Lo que realmente debemos trabajar es el core, la capa más profunda de tu pared abdominal, y una forma de lograr esto es a través de hipopresivos, los cuales consisten en ejercicios de respiración para poder volver a recuperar la musculatura profunda del vientre.
Estos los puedes realizar junto a un especialista del área que te oriente acerca de cuáles son los mejores ejercicios para tu caso y no cometer el error de estar trabajando otras áreas que no harán que tu cuerpo se recupere de manera correcta.