Antes de dar a luz a tu guagua, puede que no te hayas detenido a pensar cómo iba a ser el proceso de la lactancia y, mucho menos, que este podría traer inconvenientes como el dolor de pezón. Ahora que ya nació tu bebé y estás amamantando, puedes tener muchas dudas; además de la necesidad de proteger tus pezones para lograr que este momento sea cómodo para los dos.
Debes saber que siempre es mejor prevenir afecciones en tus pezones, para que esto no se convierta en algo doloroso para ti como mamá, o peor aún, para que esto no termine por interrumpir la continuidad de la lactancia de tu guagua. Así que, tanto para prevenir como para aliviar las posibles molestias es necesario que te informes.
En seguida te contamos cuáles son las principales razones por las que se ocasionan problemas en los pezones mientras estás amamantando, las consecuencias, cómo evitarlos y las recomendaciones para aliviarlos cuando ya se han originado. ¡Mira!
Razones por las que tus pezones se agrietan en la lactancia
Al estar amamantando se crea una conexión sin precedentes entre tu bebé y tú. Este lazo es sumamente importante, ya que, gracias a la lactancia, este vínculo perdurará con el tiempo y la salud física y emocional de los dos se verá beneficiada. Por ello, no debes permitir que la dolencia e incomodidad por los pezones agrietados opaque este momento.
Para evitarlo, si es que nunca lo has sufrido, o para contribuir a su cura y evitar que ocurra de nuevo, debes conocer claramente qué origina este problema de los pezones agrietados:
- Mala postura del bebé mientras lo estás amamantando
- Problemas mecánicos que le impiden a tu guagua generar una succión efectiva del pezón con su boca y lengua
- Mala higiene en los pezones después y antes de cada toma
- Falta de hidratación de los pezones
- Uso de productos para la limpieza, como jabones perfumados, que no tienen PH neutro
¿Qué pasa cuando se agrieta tu pezón?
Con el agrietamiento que ocurre cuando la piel se irrita y reseca en exceso, se ocasionan diferentes consecuencias entre las cuales la más evidente es justamente el dolor de pezón. Dicha molestia, ocurre por las fisuras que se ocasionen en el pezón y a su alrededor.
Las grietas permiten que las bacterias o agentes contaminantes presentes en la ropa o el medio ambiente se alojen en los pezones más fácilmente y, si no se tratan a tiempo, pueden ocasionar infecciones y heridas mayores con repercusiones mayores para tu salud y la de tu guagua.
Ahora, es importante que sepas que el dolor de pezón no debe interrumpir la lactancia, pues, al dejar de lactar, estarías agravando aún más el problema. Verás, si no amamantas a tu guagua corres el riesgo de generar una congestión y obstrucción de los conductos mamarios, a causa de la leche retenida; lo cual podría ocasionar un caso más grave como la mastitis.
Esta patología puede ser mucho más dolorosa y riesgosa tanto para ti como para tu guagua, ya que se trata de una infección. Con esta, incluso puedes perder la posibilidad de extraer la leche y suministrarla a tu bebé, debido al riesgo de contaminación y contagio de los microorganismos infecciosos.
Ahora, supongamos que optas por extraer tu leche con el sacaleches para no sentir dolor al amamantar a tu guagua. Esta es una buena opción para no dejar de alimentar a tu bebé con tu leche materna, no obstante, estarías sacrificando el vínculo que se crea amamantando a tu guagua.
Cómo evitar el agrietamiento del pezón
Como ves, lo más cómodo y ventajoso es cuidarte para evitar que ocurran problemas en tu proceso de lactancia. Pero, lo primero que queremos contarte es que efectivamente el dolor de pezón y el agrietamiento, en la gran mayoría de casos, ocurren por errores en la colocación de tu bebé al lactar y en los cuidados básicos.
Estos son los consejos prácticos y sencillos que debes seguir para evitar las grietas en el pezón:
- Ubica a tu bebé frente al pezón de manera que la punta de su nariz toque tu pecho al succionar y asegúrate que tome con su boca todo el pezón
- Limpia muy bien los pezones antes y después de amamantar. Puedes usar agua tibia y un pañito o toallitas húmedas sin perfumes y sin aditivos químicos.
- Durante el baño usa jabón con PH neutro para tus pezones
- Hidrata muy bien tus pechos con productos dermatológicamente comprobados. Aplica cremas para pezones, geles o productos, mínimo dos veces al día (mañana y noche)
- Ayúdate con el sacaleches para moldear el pezón (especialmente si eres primeriza o tienes pezón invertido). Este le facilitará el agarre a tu guagua
Asiste con tu bebé al pediatra si notas que presenta dificultad para agarrar efectivamente el pezón, o si ves que su lengua no logra ubicarse en la parte inferior de este. Así, podrías comprobar si tu bebé presenta anquiloglosia, frenillo sublingual reducido u otra condición que le impida succionar y así poder tratar con ejercicios u otras ayudas el problema.
¿Cómo aliviar el dolor del pezón agrietado?
Si ya presentas dolor de pezón, por cualquiera de las razones que te mencionamos, no debes temer, esto tiene soluciones:
- Limpia y mantén secos los pezones
- Usa crema para pezones y geles hidratantes con ingredientes naturales como la lanolina y caléndula
- Coloca compresas calmantes para reducir la inflamación, sensibilidad y evitar infecciones, como las de Multi-Mam
- Masajea tus pechos haciendo círculos con tus dedos desde afuera hacia el centro en donde está el pezón. Esto evita la congestión y facilita la extracción de leche para tu bebé; por lo que tendrá que hacer menos presión y se reducirá el dolor por pezón agrietado
- Emplea protectores de pezón o pezoneras de silicona para evitar la fricción y contacto directo al amamantar. Es recomendado en casos extremos donde hay heridas o agrietamiento muy doloroso
- Aplica unas gotitas de leche materna en los pezones antes y después de amamantar. Está demostrado que esta tiene propiedades que alivian y protegen las molestias en tus pechos
Recuerda que el agrietamiento en los pezones es algo muy común, especialmente en madres primerizas. Lo ideal es que prevengas o cures esta molestia con la crema para pezones, las compresas y los demás cuidados y técnicas de colocación que te recomendamos. De esta manera, amamantar a tu bebé podrá ser realmente un momento especial.