Los caprichos alimenticios inesperados hacia algún alimento son un síntoma muy común durante el embarazo. Una duda de las futuras madres es si rendirse a este deseo y así estar feliz y satisfecha, o cuidar el estómago y mantenerse dentro de la dieta saludable. Aquí te explicaremos lo que necesitas saber sobre los antojos para que tomes la mejor decisión para ti.
Los antojos son un deseo inesperado y exagerado de comer algún alimento, y es muy común en las embarazadas. Las razones no están claras: puede deberse a carencias de ciertos nutrientes, cambios hormonales o causas psicológicas.
Sí se sabe que es completamente normal: para algunas puede ser antojo por sabores fuertes, otras desean las comidas dulces. Sea lo que sea, es un apetito especial hacia algo concreto, que se satisface solo al obtener este alimento.
Algunas mujeres lo reprimen para cuidar lo que comen y no salirse de su dieta alimenticia basada en alimentos beneficiosos para el embarazo. Otras satisfacen el antojo para sentirse mejor, relajadas y plácidas, cuidando los excesos. ¿Qué harás tú cuando los antojos toquen tu puerta?
¿Por qué se producen los antojos a ciertas comidas?
No hay una respuesta científica para entender por qué es tan usual que las embarazadas sientan un antojo inexplicable y urgente por cierto alimento. Si existen posibles explicaciones respaldadas por especialistas:
- Cambios hormonales: para prepararse para el parto, el cuerpo de la mujer sufre cambios hormonales importantes que tienen un impacto muy grande sobre dos de los sentidos: el gusto y el olfato. Esto puede generar atracción por ciertos alimentos.
- Necesidad nutricional: los antojos durante el embarazo surgen para compensar una carencia de cierto nutriente. Por ejemplo, una deficiencia de vitamina B podría justificar el deseo de comer chocolate a todas horas. La necesidad de proteínas podría estar relacionada con el deseo de comer carne.
- Plano psicológico: podría ser la expresión de algunos de los sentimientos que experimentan las mujeres, como el miedo, la incertidumbre o la ansiedad. También puede tener que ver con la mayor necesidad de afecto y preocupación por parte de la mujer hacia los que la rodean, teniendo ciertos “caprichos”.
Los antojos suelen abarcar toda clase de comidas. Hay algunas mujeres que se encaprichan con un sabor que antes de estar embarazadas no les atraía nada. Lo mismo puede suceder pero al revés. Estos antojos pueden presentarse a cualquier hora del día o de la noche, y en cualquier semana de la gestación.
Tanto como hay alimentos que le apetecen mucho a la embarazada, también hay algunos que le causan un fuerte rechazo, lo que tampoco tiene una explicación pero podría tener que ver con la intensificación del sentido del olfato.
Los deseos alimenticios más comunes
Hay ciertos alimentos recurrentes deseados por las embarazadas. Algunos de estos son:
- Productos fríos: hielo, helados y bebidas. Son buenos para evitar las náuseas y vómitos.
- Dulce: es muy habitual sentir debilidad por los alimentos más dulces, quizás por la bajada de glucosa en la sangre durante el embarazo, y el chocolate es uno de los antojos más comunes. Debido a su alto nivel en calorías, es recomendable optar por el chocolate negro que contiene menos azúcar y grasa.
- Frutas ácidas: como frambuesa, limón y naranja. Estas tienen un contenido elevado de vitamina C, la que suele bajar en el embarazo y sirve para que el hierro se asimile mejor, por lo que es beneficioso.
- Alimentos picantes: salsas, ají, pepinillos, etc. Suele explicarse por el aumento del sentido del sabor. El picante puede provocar ardor de estómago, por lo que no es aconsejable comer en exceso.
- Quesos y lácteos: este antojo podría responder a la mayor necesidad de calcio de la futura mamá.
- Huevo: algunas lo rechazan, pero otras lo desean más que nunca. Procura que estén bien cocinados, debido al riesgo de salmonella y otras bacterias para tí y tu bebé.
- Alimentos muy salados: como galletas o papas fritas.
¿Hacerle caso al antojo o no?
Esto ya depende de cuán estricta eres con tu dieta durante el embarazo. Hay alimentos que debes evitar sí o sí, pues pueden contener bacterias o virus que afectan la salud tuya y de tu bebé. Si el antojo se dirige a un alimento que no es nocivo, no hay motivo para no satisfacer ese deseo.
La moderación es la clave: si todos los días se te antoja comer helado, y te rindes a ese deseo, el resultado será muchos kilos innecesarios que quizás se reflejen en molestias durante el embarazo.
Si no quieres satisfacer un antojo, o no puedes (¡no hay chocolate en tu casa!), no te preocupes: los antojos insatisfechos no afectarán a tu embarazo. Si puede que pases un mal rato pues a nadie le gusta desear algo y no poder cumplirlo.
Tampoco es verdad que los antojos guardan relación con el sexo del bebé. Si te encaprichas con alimentos salados, no quiere decir que sea hombre.
Es importante mantener una dieta equilibrada durante el embarazo para asegurar un buen desarrollo del bebé, y para que no te falten nutrientes que ahora estás compartiendo con tu hijo. Los antojos no deberían comprometer una buena nutrición.