No existe la receta perfecta para hacer dormir a tu bebé. Si así fuera, todas lo lograríamos, pero la realidad es que es un tema difícil para la mayoría y que cada bebé y familia es distinta, por lo tanto debemos adecuarnos a eso. Bárbara Guzmán es psicóloga y sleep coach y aquí nos cuenta algunos mitos sobre asesorías de sueño infantil.
1.No solo aplicamos metodologías, el objetivo es educar y ayudar según cada necesidad. Nuestro trabajo como sleep coach no siempre significa aplicar metodologías para lograr dormir toda la noche, sino que también significa educarse en el tema, entender el sueño y desde ahí generar cambios o mejoras en la higiene y hábitos de sueño. Las asesorías finalmente son una guía y compañía en un proceso de cambio de hábitos en nuestros niños/as desde una mirada mucho más integral. Además se definen en conjunto las modalidades a trabajar, los objetivos, y las necesidades de cada familia teniendo presente las expectativas reales.
2.Se dice que “el sueño es evolutivo”. Estoy totalmente de acuerdo, pero estoy en contra de que debido a eso las madres y padres tenemos que dormir mal.
3.Pueden haber momentos difíciles (enfermedades, regresiones, transiciones o cambios), que alteren el sueño y que por eso nuestros niños/as tengan periodos más complicados. Pero teniendo una buena higiene del sueño, paciencia y consistencia, nuestros niños/as sí pueden tener un buen descanso.
4.Uno de los mayores problemas con los que me encuentro, son el desconocimiento, la falta de información o el no adaptar a tu realidad lo que lees. El problema es que eso se termina atribuyendo a “cosas de la maternidad o del sueño infantil”, cuando en realidad no es así.
5.No eres esclava del sueño, le cuidas el sueño a tu hijo y a ti, si es que eso es una prioridad para ustedes. Cuando te importa dormir bien, te preocupas de que tus hijos/as duerman en los horarios y de la mejor forma para así lograr un descanso óptimo. Es imposible que duerman bien si haces siestas de cualquier forma, en cualquier horario y de cualquier duración. Es un puzzle que al estar completo se logran los objetivos. Por ende, el hacer las siestas en oscuridad para que duren más, o en el horario correcto para la misma finalidad, no significa que seamos esclavas, si no que con eso cubierto, podemos aspirar a tener buenas noches.
6.El ambiente de sueño es solo una pieza del puzzle. Ayuda, pero no es magia, no significa que dormirás bien si lo tienes. Pasa algo parecido con el deporte: no porque vayas al gimnasio serás saludable.
7.La oscuridad en las siestas no es para producir melatonina, lo hacemos para reducir estímulos e impulsar el sueño. No genera dependencia, si con luz duerme mal, la oscuridad puede ayudarlo/a a dormir mejor. Hay niños/as más sensibles que otros.
8.El que duerma de forma independiente no genera problemas en el apego y/o vínculo. El llanto desatendido o el abandono, sí.
9.Cuando les enseñamos a dormir de manera autónoma (lo cual no quiere decir en soledad), no significa que vaya a llorar sin consuelo, contención o compañía, solo estarás cambiando un hábito y tú decides cómo lograrlo.
10.¿Habrá llanto? Por supuesto, tu hijo/a tiene derecho a frustrarse y expresarlo. Lo importante es estar para ellos/as en esos momentos.
11.Los cambios de hábitos del sueño no se logran en 3 días, es un proceso que requiere esfuerzo y paciencia.
12.Las ”muletillas” no son malas en sí mismas. Son malas cuando son disfuncionales para ustedes. Nadie nos obliga a cambiar algo que funciona y nos acomoda.
Bárbara Guzmán
Psicóloga y Sleep Coach
Instagram: @kids360.cl