¿Ansiosa por dejar de cambiar pañales? A pesar de que el resultado va a ser maravilloso, el proceso para llegar a que tu hijo avise cuando tiene ganas de ir al baño puede ser cansador y lleno de “accidentes”. Sin embargo, hay algunas señales que indicarán que tu hijo está listo para sacarse el pañal y ciertos consejos que te ayudarán a lograrlo de manera fácil y rápida.
El momento ideal
Hemos aprendido que no hay reglas ni números exactos cuando de bebés y maternidad se trata. Tu bebé es único y tiene sus propios hitos de desarrollo que irán de la mano con su evolución individual. No te agobies ni esperes que deje el pañal de un día para otro.
Mientras más tranquilo el ambiente en el que se desarrolla el bebé y la manera en que llevas a cabo el proceso, será más fácil y rápido lograr el éxito en la operación. No debes presionarlos ni exigirles si no están listos para dejar los pañales.
Entre los 20 meses y 3 años de edad, los niños suelen tener las condiciones fisiológicas para empezar la “operación pañal”. Sin embargo, es imprescindible esperar a que ellos muestren señales de que están preparados para dejar de usarlos.
Un buen momento para empezar a quitar el pañal al niño pueden ser las vacaciones de verano. Son en estas semanas en las que los padres suelen tener más tiempo y tolerancia. También una ventaja del verano es que los niños pueden estar más libres de ropa, por lo que el proceso es más simple.
¿Estará preparado?
Primero que todo, existe el aspecto físico: el control de esfínteres (anal y vesical). Esto no se puede enseñar, no es como leer o escribir ni tampoco significa que es más o menos inteligente que otro niño. Es parte del desarrollo natural y espontáneo del bebé, parecido a gatear o hablar.
Hay algunas pistas que indicarán que está preparado a nivel físico:
- el pañal comenzará a molestarle. Ya no quiere usarlo e intenta evitar que se lo pongas nuevamente luego de quitarle uno sucio.
- será consciente de que está haciendo pipí (con pañal puesto). Esto lo demostrará al parar lo que estaba haciendo o buscar estar solo y esconderse para hacer sus necesidades con mayor intimidad.
- avisa durante o incluso antes de hacer pipí o caca.
- pañales secos: cuando el niño es capaz de mantener el pañal seco por una hora o más puede significar que su esfínter es capaz de retener.
También hay un aspecto psicológico-emocional clave para tener una operación exitosa: deben querer quitarse el pañal y hacer sus necesidades en el lugar indicado. Está bien que en un inicio lo tomen como un juego, una novedad, algo entretenido, pero para que el cambio perdure el niño debe ser capaz de comprender el proceso.
Es totalmente normal que, aunque esté listo para eliminar los pañales, se haga pipí encima ocasionalmente y no use el orinal a la perfección en el inicio del proceso.
Consejos para facilitar la transición
Lo más importante que se debe entender es que el adulto debe mostrar una actitud paciente y equilibrada: no hay que mostrar disgusto o enojo ante “accidentes”, ni tampoco celebrar con exceso cuando se toma un paso de manera exitosa. Hay que alentarlos con cariño, sin apresurarse ni mostrar repulsión.
Preparación:
- Muéstrale el orinal (bacinica, pelela, etc.) que va a usar e intenta elegir uno de colores o, mejor aún, que él lo elija. Está bien que juegue con él y/o le ponga nombre, lo importante es que se familiarice.
- Explícale cómo hacer sus necesidades. Que entienda que es un objeto que lo va a ayudar.
- Quítale el pañal gradualmente: al principio durante solo un par de horas al día, para que le tome el gusto a la comodidad de andar sin pañal.
- Vístelo con ropa práctica y fácil de sacar. En un comienzo puede que haga “falsas alarmas” frecuentemente, por lo que te conviene ropa simple como una falda o pantalones de goma elástica.
- Permite que tu hijo presencie cuando tu vas al baño, para que así aprenda con el ejemplo y quiera imitarte.
Durante:
- No debes insistir si el pequeño no quiere sentarse en el orinal pues puede que provoque el efecto contrario: que no se quiera volver a sentar por temor a que lo obligues a estar ahí más tiempo del que quiere.
- Si lo ves inseguro al estar sentado en el orinal, puedes distraerlo con un cuento para hacer de este momento más agradable.
Después:
- Elógialo cuando logre un paso positivo. Puedes darle un pequeño premio para motivarlo a repetir el resultado.
- Cuando termine, muéstrale el “resultado” para que comprenda su proceso digestivo.
Normalmente comenzarán controlando la caca primero, luego el pipí diurno y finalmente el pipí nocturno. Que se bajen y suban los pantalones solos, vacíen el orinal y se laven las manos son hábitos que tomarán meses de práctica, no lo estreses con tantas instrucciones los primeros días sin pañal.