A menudo oímos sobre el pH cuando hablamos de la piel, especialmente en temas del bebé. ¿Sabes realmente qué significa y por qué es importante cuidarlo? Te ayudamos con una guía básica sobre el pH y su función en la piel del bebé.
La piel es un órgano esencial para el bebé, ya que es su primer contacto con el mundo exterior y la barrera que lo protege de agentes externos a los que no se había expuesto en la guatita de mamá.
El pH de la piel es uno de los mecanismos de protección clave de la piel y de su función de barrera protectora. Este está en constante peligro debido a agentes externos como la contaminación, cambios de temperatura y productos químicos.
Proteger y cuidar la piel ayuda a mantener su valor de pH óptimo, de manera que pueda protegernos adecuadamente.
La barrera cutánea del bebé
La piel del bebé es más delgada que la de un adulto, por lo que puede dañarse con facilidad y tiene mayor permeabilidad. Esto puede llevar a que se deshidrate más fácilmente y la hace más expuesta a los agentes externos más irritantes.
Además, los mecanismos de defensa de la piel del bebé no están totalmente desarrollados: su flora microbiana y el pH se desarrollan durante las primeras 5 semanas de vida. El papel del pH es muy importante para que la barrera de defensa de la piel funcione correctamente.
Durante esta etapa, es crucial una correcta higiene e hidratación para que no tenga problemas cutáneos. La piel del bebé tiene un pH más elevado ya que su manto ácido protector todavía no está completamente formado.
Función del pH
En la superficie externa de la piel está el manto ácido, una emulsión de agua y lípidos que provienen de las glándulas sebáceas con las secreciones de las glándulas sudoríparas. Este manto aporta la acidez a la piel, lo que se mide con el pH.
pH es una abreviatura de Potencial Hidrógeno. Es un parámetro que sirve para medir la acidez o alcalinidad de una sustancia. El valor del pH es importante para analizar el funcionamiento de algo. Muchas enzimas, moléculas y procesos celulares necesitan un pH específico.
El pH de la piel lo produce la capa entre la epidermis y la dermis, llamada hipodermis.
La escala que mide el pH va desde el 0 hasta el 14. Cuando los valores son menores a 7 indican acidez, y los mayores a 7,alcalinidad. El valor 7 es neutro. Generalmente, la piel de un adulto tiene un pH cercano a 5,5, sin embargo, los bebés nacen con pH 7.
El valor de pH óptimo de la piel es ligeramente ácido (entre 4,5 y 5,9). Esto es consecuencia del manto ácido que protege sus capas externas. El pH puede variar según el género de la persona, edad y la parte del cuerpo.
La acidez juega un rol importante en el estado de la piel: neutraliza los agentes agresivos, inhibe el crecimiento de las bacterias y restaura el entorno ácido óptimo para que prospere la flora natural.
Si el pH de la piel sube de 7, su equilibrio natural se ve alterado, la piel pierde agua y se deshidrata. La epidermis no puede funcionar bien como barrera protectora. Es susceptible a infecciones y enfermedades como la dermatitis atópica, entre otras.
Factores que alteran el pH
Como vimos, cuando el pH aumenta, se vuelve alcalino y se producen afecciones a la piel. Además, si el pH baja y se acidifica demasiado se produce inflamación y enrojecimiento. Es por eso que es muy importante el pH para el cuidado de nuestra piel.
La alteración del valor del pH puede suceder con ciertos factores como los siguientes:
- Cuando nos lavamos con jabón no apropiado que favorece el crecimiento de bacterias y reduce la barrera protectora de la piel.
- Se producen cambios bruscos en la temperatura y nivel de humedad.
- Exposición a suciedad y contaminación.
- Excesiva frecuencia de lavado.
- Cosméticos alcalinos.
- Exposición a productos de aseo con ingredientes químicos. Los productos químicos de pH alcalino son muy perjudiciales para el pH de la piel.
- Ciertos medicamentos y determinados procedimientos médicos pueden afectar las defensas naturales de la piel y alterar su pH.
- Genética, edad y hormonas.
Podemos potenciar un pH óptimo de la piel con un estilo de vida y hábitos sanos, utilizando productos que respeten su pH natural y mantengan su barrera protectora.
Busca productos con ingredientes naturales o que restauren el pH natural de la piel y potencien su regeneración. Trata determinadas áreas del cuerpo con productos formulados específicamente para respetar su nivel de pH.