Margarita Vidal Robson es Educadora de Párvulo del Colegio CREE Cerro Navia. Hace un tiempo escribió esta columna que habla sobre la importancia del pre kínder y kínder en la educación de niños y niñas. Hoy decidió compartir sus conocimientos con nosotras.
“Los programas orientados a la infancia pueden traer grandes beneficios, no sólo en términos individuales e inmediatos, sino que en términos sociales y económicos a lo largo de toda su vida, pues permiten potenciar las habilidades para contribuir a la familia, a la comunidad y al país” (Muñoz, A & Leiva, C, 2005, p.23).
La visión que se tiene del párvulo ha ido cambiando a lo largo de la historia. Este ha pasado de ser un sujeto pasivo a tener un rol determinante para la sociedad. Dahlberg, Moss, & Pence consideran que “los niños son actores sociales que participan en la construcción y en la determinación de sus propias vidas, pero también en las vidas de quienes les rodean y en las sociedades en las que viven”. En la actualidad se considera la infancia como un periodo sumamente influyente en la sociedad a futuro, es por esto que la educación en los primeros años de vida juega un rol fundamental en este aspecto. Por medio de la Educación Parvularia se generan cambios tanto económicos como sociales.
La inversión en la primera infancia es sumamente influyente en el desarrollo económico de los países y trae grandes beneficios a nivel social. Según Heckman (2010) a partir de la inversión se forman las bases para el futuro y de esta forma se disminuye la pobreza. Asimismo, cabe destacar que “estudios realizados estiman que cada dólar que se gasta para ayudar a un niño a alcanzar la edad escolar y progresar puede producir hasta $17 en beneficio de la sociedad a lo largo de las cuatro décadas siguientes” (Schweinhart, Barnes & Weikart en Hertzman). Lo anterior demuestra en gran medida los beneficios y efectos que la Educación Parvularia entrega al crecimiento económico que surge a partir de esta.
En cuanto al ámbito social, es importante mencionar que “se ha comprobado que los niños que han participado en experiencias preescolares tienen mejores resultados en su preparación para la escuela. Ellos desarrollan mejores habilidades mentales, tienen mejor desempeño escolar y mayor progreso” (Myer en Muñoz & Leiva). Lo anterior pone en evidencia una vez más la relevancia de la Educación Parvularia, ya que las diferentes habilidades del párvulo que le ayudan en términos individuales a crecer como persona y por ende a contribuir en su vida en sociedad, son potenciadas por la educación en los primeros años de vida.
Actualmente la sociedad chilena sigue considerando el jardín infantil como una guardería en donde se deja al párvulo únicamente para beneficios de los padres. Según la encuesta CASEN (2013), el 72,7% de los niños que no asisten a educación parvularia, es porque tienen a alguien más que los cuida en la casa. Esto demuestra que, a pesar de que la Educación Parvularia ha tomado cierto protagonismo en los últimos años, la sociedad en general todavía no considera la relevancia de esta en el futuro tanto social como económico del país.
En contraposición a lo anterior, cabe destacar que “estudios internacionales han evaluado cómo la asistencia a Educación Parvularia afecta el desarrollo temprano, la vida adolescente y la vida adulta de las personas” (MINEDUC). Esto demuestra que el pensamiento sobre la Educación Parvularia en Chile necesita de un cambio, ya que efectivamente, la educación en la primera infancia no solo entrega beneficios inmediatos, sino que puede cambiar el futuro de todo un país, mejorando la situación tanto económica como social a nivel nacional. Un país que educa a sus niños es un país que crece, ya que la Educación Parvularia es la herramienta por la cual se le da, tanto al párvulo como a la sociedad a futuro, una oportunidad de progresar en todo ámbito.
Margarita Vidal Robson
Educadora de Párvulo Colegio CREE Cerro Navia