Antes de tener a nuestros bebés, la posibilidad de sentir dolor al amamantar es una de las cosas que más asusta. Y ya teniéndolos afuera puede llevarnos a pasarlo muy mal y a sentir angustia antes de cada toma. Consuelo Cruzat, asesora de lactancia, nos entrega algunos tips para enfrentar este proceso.
A lo largo de las generaciones, el dolor se ha ido normalizando tanto que hoy es muy común escuchar cosas como: «aguanta, aprieta los dientes”, “es normal que lo sientas, ya te acostumbrarás». ¿Cómo no nos va a angustiar escuchar esto?
El dolor no es normal, no debe ser aguantado bajo ninguna circunstancia. Debe ser solucionado, tanto por el bienestar de la mamá como por el de la guagua.
Pasos a seguir para saber qué hacer cuando nos enfrentamos al temido dolor en la lactancia:
- Desacopla a la primera señal de dolor, rompiendo el vacío de succión.
- Revisa tu posición y cómo estás sosteniendo a tu bebé.
- Revisa la posición de tu bebé. Siempre su ombligo debe estar apoyado sobre tu cuerpo y su cabeza, cuello y cuerpo, deben estar alineados.
- Pon tu pezón a la altura de su nariz para estimular que abra grande la boca.
- Vuelve a intentarlo, desacoplando todas las veces que sea necesario hasta que sientas que el dolor baja.
- Si aún así nada de esto funciona, pide ayuda a un profesional especializado lo antes posible, para que te pueda apoyar hasta lograr que baje el dolor.
Recuerda que el dolor nunca es normal ni debe ser aguantado. Significa que tu bebé no está bien acoplado y por lo tanto no podrá sacar la leche que necesita de forma correcta, pudiendo afectar su crecimiento y subida de peso en el mediano plazo.
Consuelo Cruzat
Asesora de Lactancia
Psicóloga Infanto Juvenil
Instagram: @con_su_lactancia