Son muchos los motivos por los que podrías estar pensando en almacenar leche materna. Exceso de producción de leche, dificultades para darle del pecho, o la necesidad de alejarte de tu guagua en algún momento por diferentes motivos, son algunas de las razones por las que deberías aprender a conservar y almacenar su leche.
¿Podemos almacenar leche materna?
¡Claro que sí! La leche materna es un alimento tan preciado para tu bebé, e incluso, para otros bebés a los que les puedes donar la leche que tu bebé no alcanza a tomar, que debes saber que su almacenamiento es posible, siempre que sigas las recomendaciones de higiene y conservación.
Hay bancos de leche a los que les puedes entregar la leche almacenada que tu bebé no consume, y también puedes almacenarla para el consumo de tu bebé si por algún motivo no puedes darle del pecho.
Ahora, es claro que lo más recomendado por los especialistas es lactar a tu bebé directamente del pecho, sin embargo, ante la imposibilidad de lactar a tu guagua por algún motivo, es un alivio saber que tu leche se puede almacenar por períodos de hasta meses en el congelador. Así, tendrás una provisión que les permitirá recibir todos los nutrientes y beneficios de la leche materna, aun cuando tú no puedes amamantarlo en el momento.
Proceso de conservación y almacenaje de la leche materna para el bebé
Entonces podrías preguntarte ¿Cómo puedo almacenar la leche? Para ello debes:
- Tener una correcta higiene de tus manos.
- Utilizar técnicas y herramientas adecuadas para su extracción y almacenamiento.
- Llevar un proceso de conservación adecuado en la nevera o congelador, de acuerdo al tiempo que quieres reservarla.
Extracción
Empecemos por la fase de la extracción. En estas debes tener las manos limpias y secas antes de comenzar. Es importante la estimulación de los pechos mediante masajes, procurar un ambiente tranquilo y estar en una postura cómoda con la espalda relajada.
Para una extracción manual deberías:
A. Tomar el pecho con la mano del lado correspondiente (el derecho con la mano derecha y el izquierdo con la mano derecha).
B. Ubica el dedo pulgar en la parte superior del pecho y con los otros cuatro dedos toma el pecho de la parte de abajo.
C. Haz presión firme hacia el pezón, libera la tensión y repite. Ten cuidado de no hacer fricción con los dedos sobre la piel ya que esto podría generar rozaduras.
Otra opción para la extracción la encuentras en los sacaleches, que pueden ser de tipo manual y eléctrico. En estos puedes encontrar diseños desde los más básicos para irte familiarizando con el proceso de extracción, o los más sofisticados para madres que ya se siente muy cómodas con estos aparatos.
Por ejemplo, la línea de Sacaleches Unimom cuenta con diseños anatómicos multi-funcionales, con los que puedes adaptar diferentes tamaños de copas de acuerdo al tamaño de tus pechos (que pueden a su vez diferir entre uno y otro pecho), son suaves, cómoda y pueden incluir diseños con almohadillas para descongestionar, masajear y estimular los senos.
Almacenamiento
Lo siguiente a tener en cuenta que va asociado a la extracción es cómo almacenar leche materna. Para esto debes utilizar botellas o bolsas especiales para leche materna, con las que el espacio en la nevera y congelador se puede optimizar.
¿Cuál de las dos elegir? Cada medio de almacenamiento tiene sus ventajas y puede ser de utilidad de acuerdo al caso particular. Por ejemplo, las botellas tienen una tapa rosca que es compatible con tetinas, para que no tengas que traspasar la leche de un recipiente a otro para calentarla y suministrar a tu bebé.
En el caso de las botellas Unimom, estas se adaptan a los diferentes modelos de sacaleches de la marca y de otras diferentes, para que la leche desde el pecho materno hasta tu bebé, no tenga que sufrir ningún otro traslado de recipiente.
Por su parte, las bolsas para almacenar leche materna son ideales cuando necesitamos almacenar leche por un lapso mayor de tiempo y se requiere optimizar espacio en la nevera o congelador.
Además, las bolsas para almacenar leche materna Unimom tienen indicadores de medición de contenido, sistema de cierre hermético resellable, y espacio para la rotulación.
Datación
La datación tiene que ver con la rotulación de las botellas y bolsas de almacenamiento. En esta fase debes marcar el recipiente, sea cual sea de los dos, con la fecha exacta y la hora de la extracción. De esta manera sabrás cuál utilizar primero, teniendo en cuenta de dejar de último lugar las que tienen fecha y hora más reciente de extracción.
Conservación
El proceso de conservación se debe hacer bajo frío en la nevera y congelador, de acuerdo al tiempo que requieras prolongar su vida útil.
De 3 a 6 horas: A temperatura ambiente.
Hasta 48 horas: En el refrigerador.
Hasta 6 meses: En el congelador.
Recomendaciones generales
Finalmente, ten en cuenta las siguientes recomendaciones sobre cómo guardar leche materna y extraerla de forma correcta y segura para el consumo de tu bebé:
- Almacena en cada bolsa o botella solo la cantidad que tu bebé puede consumir en una misma toma. Esto porque la leche sobrante, después de descongelada o calentada no podrás ser reutilizada.
- Calienta la leche en la mamadera con la técnica de baño de María, hasta conseguir una temperatura adecuada para el consumo del bebé.
- No recalientes la leche. La sobrante deberás arrojarla.
- Cuida de tapar muy bien los recipientes de almacenamiento para evitar que se eche a perder la leche por entrar en contacto con el ambiente.
- Recuerda esterilizar las mamaderas y bolsas reutilizables antes de cada uso.
- Utiliza cooler o bolsas térmicas y enfriadores portátiles para conservar la leche que extraes cuando estás fuera de casa.
Conclusión
Ahora que sabes cómo guardar leche materna y lo útil que puede ser esta práctica para no privar a tu bebé de nutrirse con esta cuando por algún motivo no puedes amamantarlo, puedes estar más tranquila y segura de estar haciendo lo correcto en pro del bienestar y salud de tu bebé, procurando que no interrumpa su lactancia que es tan valiosa para su desarrollo emocional y físico.