¿Parece un anuncio comercial o no? Me imagino yo esperando a mi primera hija apretando el enlace con ansias. Lo que más quería era que me resultara dar pecho. En mi entorno familiar muchas mujeres habían logrado como máximo dar 3 meses. Me llamo Mary Hatton, soy médico general con un magíster en lactancia y también soy asesora de lactancia. Hoy quiero darles algunos tips para una lactancia exitosa.
No existe una receta, así que si alguien se las quiere vender, piénsenlo dos veces. Con esto no quiero desanimarlas, pero es un proceso tan personal que es muy difícil decir que hay una receta universal para el éxito. De todas formas lo principal siempre será la confianza.
No se trata de perseverancia, no se trata de ser la mamá más matea, no se trata de una competencia de quien ama más a su hijo/a. Se trata de confiar y ojalá rodearse de un círculo que nos apoye y acompañe en este proceso.
Como ya les adelantaba, creo sinceramente que mientras más confianza tenga una mamá, más probabilidades tiene de lograrlo. Ojo que son probabilidades, no certezas. Y por muy simple que suene, a veces confiar es lo que más nos cuesta.
Hemos dejado de darle la importancia a la lactancia que antes tenía. Con generaciones de malas experiencias, y con profesionales de la salud que no han sido entrenados para apoyar y resolver las problemáticas que pueden ocurrir. Creo que si hoy en día hay lactancias que no se logran es por esto, y no por culpa de las mamás como muchos hacen creer.
Yo las invito a confiar, a racionalizar las inseguridades que van surgiendo recordando que es una práctica milenaria, que es un proceso fisiológico, que si mi perrita puede yo también puedo. Que cada lactancia es única y que cada diada, madre-hijo/a, sigue su propio camino.
Sin embargo, también creo que la información ayuda, información fundada en la evidencia y no en cualquier comercial barato que anda dando vueltas por redes sociales. Por eso las invito a informarse con profesionales capacitados y si llegan a presentar un problema en su lactancia también acudan a ellos, como lo harían con cualquier otro problema o enfermedad.
En ese contexto es que como no puedo transmitirles esa confianza, aunque me encantaría, puedo aportarles con una sección informativa que espero les sirva.
En torno a la lactancia hay muchas creencias y mitos. Aquí les comento algunos clásicos:
“Dale pecho cada 4 horas, o se mal acostumbrará”
Por más que nos guste tener guaguas relojitos y tener todo planificado, la verdad es que la lactancia no opera así. Se recomienda la libre demanda, esto quiere decir dar pecho cuando mi hijo/a me lo pide. En un comienzo es difícil, dudamos de nuestra capacidad de darnos cuenta si tiene hambre, tendemos a mirar más el reloj de lo que miramos a nuestra guagua, no queremos vivir con la guagua pegada al pecho, etc.
Pero la verdad es que se trata de seguir el proceso natural. Los bebés vienen programados para pedir cuando tienen hambre y no pedir cuando no. Si seguimos su lógica, la regulación entre nuestra producción de leche y lo que demandan estarán bien coordinados, y poco a poco veremos que ellos solitos se comienzan a formar su horario. Pero son ellos los guías, no el reloj, no la aplicación, no la señora que en el ascensor nos dice que tiene hambre. La invitación es a mirar, escuchar y conocer a nuestros hijos/as, y entender que es un proceso.
“A guagua con dientes no se le puede amamantar”
Alrededor de los 6 meses salen los dientes, y muchos/as creen que 6 meses es el periodo que debería durar la lactancia. La duración de la lactancia siempre va a ser decisión de cada madre y su hijo/a, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses (sólo leche, sin alimentos) y complementada hasta los 2 años (lactancia + comida).
Esto no es un mero capricho. Existe evidencia de peso para creer que los beneficios de la lactancia son muy importantes hasta los 2 años, y que esto se suma a una guagua con sistema inmune inmaduro, que no ha completado su plan de vacunas, por lo que esa leche lo mantiene protegido/a ante enfermedades sobretodo infecciosas, pero también obesidad y cánceres en el futuro. Los dientes marcan un desafío, pero no son impedimento para amamantar.
“No voy a poder dar pecho, ni mi mamá ni mi abuela pudieron”
La evidencia muestra que no hay relación entre la experiencia de nuestras madres y la nuestra, se puede afectar nuestra confianza, pero no así nuestra biología. ¡Así que no pierdan la confianza!
“Uff con la lactancia no se puede tomar ningún remedio”
Este mito incluso afecta a médicos que se complican a la hora de recetar un medicamento a mujeres en periodo de lactancia, pero más del 80% de los medicamentos se pueden tomar de forma segura. Ante la duda consúltalo con tu médico.
“Debes preparar los pezones antes del parto”
Otro mito muy arraigado, tanto así que se hicieron estudios donde compararon a mujeres que se habían hecho prácticas para prepararse y aquellas que no, y no se vieron diferencias en cuanto a duración de sus lactancias o a dolor al amamantar. La recomendación es a dejar atrás estas prácticas arcaicas, no se torturen, no sirve de nada.
Un abrazo, les deseo lactancias felices ¡y a confiar!
Instagram: @doctora.y.mama