Es muy común ver a madres y padres porteando a sus bebés en mochilas o fulares. Y además de lo práctico que es tener las dos manos libres mientras contienes a tu bebé, el porteo tiene múltiples beneficios tanto para los padres, como para los bebés. Aquí te contamos algunos.
¿En qué consiste el porteo?
Es una de las formas más antiguas de transportar a tu bebé de un lado a otro: en contacto con tu cuerpo. Hoy en día se pueden usar mochilas especiales o fulares para portear.
Beneficios del porteo:
- Fortalece el apego.
- Debido al contacto constante, tu bebé estará más tranquilo y llorará menos.
- Disminuyen los cólicos.
- Se sienten seguros.
- Se fortalecen los vínculos con quienes lo portean.
- Estimula sus sentidos.
- Ayuda a su desarrollo psicomotor, esto gracias al constante movimiento.
- Le da tranquilidad a los padres ya que no deben dejarlo solo mientras hacen otras cosas.
- Sumado a lo anterior, les da autonomía, ya que muchas veces por no dejar al bebé solo, deben dejar de hacer alguna actividad.
- Al tener al bebé cerca, la mujer genera oxitocina, lo que fortalece su lactancia.
¿Cómo hacer un porteo seguro?
La posición de tu bebé es muy importante, considera lo siguiente:
- Sus piernas deben estar flexionadas en un ángulo de 90 grados (que las rodillas queden más arriba que sus glúteos).
- Su cabeza debe estar contenida en todo momento, permitiendo que entre aire para respirar.
- La mochila o fular no debe quedar demasiado apretada como para que le haga daño a tu bebé, ni demasiado suelta como para que se pueda mover.
No olvides que si tienes cualquier duda o no estás segura/o de cómo portear, puedes recurrir a tu pediatra o a algún especialista. Lo más importante es que tanto los padres como el bebé se sientan seguros y cómodos.