Exponer al sol directo a un lactante es algo que no se aconseja en absoluto, pues su barrera cutánea aún no se termina de desarrollar y los rayos de sol pueden provocar irritación, quemaduras y enfermedades a largo plazo como el cáncer. ¿Qué hacer en el verano cuando las actividades son al aire libre? Aquí te ayudamos a manejarlo.
La luz del sol no es del todo negativa: permite que el cuerpo fabrique vitamina D. Sin embargo, con los bebés debemos ser especialmente cuidadosos, ya que su piel no es tan firme y preparada como la de nosotros. El sol puede causar daños como quemaduras, que en un bebé puede ser muy grave.
Por lo tanto, no se recomienda la exposición solar a los niños menores de seis meses. ¿Qué pasa luego de los 6 meses? Se puede hacer con moderación y con uso de bloqueador solar.
La piel del bebé y el bloqueador solar
Cada vez hay más evidencia científica de que la exposición solar en los primeros años de vida puede ser el origen del cáncer de piel más adelante. Además, el bloqueador solar antes de los 6 meses, no es una opción, ya que la piel de los bebés es muy susceptible a los productos químicos que pueden contener esas cremas. Estas pueden ser tóxicas o irritantes para los lactantes.
Por lo tanto, queremos enfatizar que se debe evitar totalmente la exposición de los bebés al sol durante sus primeros seis meses de vida. Posterior a esta edad, puedes usar bloqueador solar con moderación.
Aspectos a considerar a la hora de usar bloqueador solar en bebé mayor a 6 meses de edad:
- Aplicar la crema solo en las zonas expuestas al sol para no abusar de su aplicación.
- Elegir bloqueador solar aptos para bebés, hipoalergénicos y sin fragancias. Así estarás minimizando la aparición de alergias e irritaciones.
- Debes ponerle el protector solar 30 minutos antes de la exposición. Repasar cada dos horas.
- Utilizar factor 50+ que proteja contra los rayos UVA y UVB.
- Se recomiendan cremas con factor de protección físico (con zinc o dióxido de titanio).
- Especial atención a ciertas zonas del cuerpo más sensibles a irritaciones, como el cuero cabelludo, orejas, nariz, hombros y el empeine, entre otros.
- Al aire libre los niños siempre deben llevar crema solar, aunque estén en la sombra. Si está dentro del agua también necesitan estar protegidos. Ni las nubes ni el agua filtran los rayos ultravioleta.
Consulta al pediatra cuál es la protección más adecuada para la piel del bebé.
Si estoy al aire libre con mi bebé
Como mencionamos, la piel del bebé es muy delicada y sensible a agresiones externas. Ni siquiera la sombra lo protege bien ya que los rayos ultravioletas pueden atravesar las nubes.
Si vas a permanecer con tu bebé al aire libre, con sol y calor, sigue las siguientes recomendaciones:
- Coloca al bebé bajo un árbol, sombrilla o techo, para que no le llegue el sol de manera directa.
- Mantenlo hidratado. Si es lactante, la leche materna es lo mejor que puedes ofrecerle.
- Evita estar al aire libre en las horas de mayor intensidad de radiación solar (entre las 11 y 15 horas).
- Intenta tapar la mayor parte de la piel con ropa, idealmente prendas especiales para el sol que bloqueen rayos UVB, y tapa su cabeza con un gorrito.
- Refresca con agua su cabeza o pies si hace mucho calor.
- Después de haber estado expuesto al sol, se recomienda bañar al niño para quitar la sal o cloro de su piel, y aplicar una crema adecuada que hidrate su piel.
- Se aconseja el uso de lentes de sol en la playa especialmente, ya que la radiación solar es más intensa. Elegir lentes adaptados a la cara de los niños pequeños y que bloqueen el 99% (al menos) de los rayos UVA y UVB.