Desde el momento en el que te enteras que estás embarazada comenzarás a pensar en cuál nombre ponerle a tu hijo. Es una decisión a la que tendrás que darle tiempo y dedicación pues es para toda la vida (o hasta que cumpla 18 y se lo cambie porque lo odia). Para elegirlo, hay ciertos consejos que pueden ayudarte y que no debes dejar pasar.
Compartir el embarazo con tu pareja es una experiencia mágica. Sin embargo, elegir su nombre juntos puede ser tormentoso: si tu pareja detesta el nombre que tú adoras, imponerlo puede causar un resentimiento para toda la vida. Debe ser una decisión en la que ambos padres estén felices y de acuerdo.
Cómo comenzar
Se acerca la fecha de parto y te empiezas a poner nerviosa porque no has tenido ni un minuto para pensar en qué nombre ponerle a tu bebé. Es hora de sentarte y comenzar. Podrías empezar comentando ideas generales con tu pareja y haciendo una lista con los primeros nombres que se te ocurran: seguro desde pequeña tienes una lista en la cabeza con unos tres nombres que siempre te han gustado. Agrega todos los favoritos y también los que no te convencen 100%.
Si aún no sabes el sexo del bebé, haz una lista para hombre y otra para mujer, y/o una con nombres unisex. También puedes usar una herramienta de nombres y significados online para elegir por incial, origen, etimología, etc. Esta lista será tu primera corriente de conciencia pero es un borrador, cambiará mucho durante el proceso y se agregaran algunos también que quizás nunca se te habían ocurrido.
Ahora debes hacerte unas preguntas básicas para acotar la lista: ¿qué tipo de nombre quieres ponerle? No tienes que elegir solo una categoría pero debes hacerte estas preguntas para descartar lo que de verdad no quieres y abrir la mente a algo que nunca habías pensado.
Por ejemplo, quizás quieras elegir un nombre familiar y usar el tuyo o el del padre, el de algún abuelo o de un ser querido que quieras honrar. También puede ser un nombre con significado cultural o personal, que en su etimología represente un valor o característica que deseas traspasarle a tu hijo. Quizás quieras que sea un nombre original o uno bíblico; todos estos son aspectos que debes cuestionarte.
Algunas recomendaciones generales son no elegir un nombre excesivamente sofisticado o difícil de pronunciar para evitar que tu hijo pase toda la vida presentándose con una introducción de 5 minutos, o que sea objeto de burlas. También ten en cuenta sus apellidos para evitar cacofonías (efecto acústico desagradable) o redundancias (Fernando Fernández). Por último, si el apellido es largo, quizás sea mejor elegir un nombre corto, y viceversa.
Decide si quieres ponerle solo un nombre, dos o un nombre compuesto. En temas legales, averigua qué restricciones existen en el Registro Civil para evitar problemas a la hora de inscribirlo.
En cuanto a cómo manejar el proceso junto a tu pareja, intenta llegar a un acuerdo sin que la discusión llegue a pelea. Destaca en la lista aquellos que se repitan en las preferencias de ambos y priorízalos. Si tu pareja, por ejemplo, insiste en que debe llamarse como él porque es una tradición familiar y tú no quieres, explícale por qué no te gustaría seguir la tradición y busquen una solución que acomode a ambos.
Significado
Lo quieras o no, la mayoría de los nombres tienen un significado ya sea cultural, histórico o etimológico. Investiga acerca de esto ya que lo peor sería elegir un nombre y que después te enteres que representa algo ofensivo o que es el mismo que una persona que no es de tu gusto.
Por ejemplo, si nombras a tu hija Ingrid, su nombre significa “hija de un héroe”. Si a tu hijo lo llamas Sixto, esto quiere decir “adulador”, y quizás no quieres que tu hijo se identifique con ese adjetivo.
Una alternativa es elegir un nombre que refleje las cualidades que quieres para tu bebé, por ejemplo, Margarita significa “inocencia y dulzura”. Ella significa “mujer bella”, Noah: “consuelo”, etc. También puedes hacerlo al revés: elegir una característica e investigar cómo se dice en otros idiomas, lenguas o culturas.
A lo mejor quieras inventar uno desde cero con significado propio: combina las letras de tu nombre con las de tu pareja, o de dos personajes históricos que te hayan marcado.
Quizás el significado sea de índole familiar. Puede que quieras llamar a tu bebé como a una persona querida que falleció y algún día le expliques a tu hijo por qué decidiste llamarlo así.
Debes considerar
Algunos aspectos que debes tomar en cuenta o, mejor dicho, evitar, son iniciales combinadas que provoque burlas o resulte vergonzosos; nombres que se presten para apodos ofensivos o que hagan referencia a un mal suceso o personaje histórico.
Por otra parte, un nombre que es muy poco común y nadie pueda pronunciarlo puede llamar mucho la atención y no favorecerlo. Si su apellido no es común, elige un nombre fácil. Por ejemplo, si se apellida Urrigoetxea (una palabra ya difícil de pronunciar), quizás es mejor llamarlo algo así como José.
Si te encanta un nombre popular pero quieres priorizar la originalidad, puedes adaptarlo a una versión menos común o escribirlo de forma diferente. Es decir, si te gusta mucho Sofía, puedes modificarlo a Sophia, Sophie, Sophya o Ana Sofía.
Algunas familias son amantes de los viajes y experiencias internacionales. Si este es tu caso y quieres que tu hijo continúe tus pasos, intenta elegir un nombre que sea más o menos universal o fácil de pronunciar por lo menos en inglés. Por ejemplo, el nombre Javiera es casi inexistente en otros países que no sean Chile, y además tiene muchas vocales, por lo que al leerlo una persona de habla inglesa pronunciará algo extremadamente diferente a cómo se pronuncia Javiera en español.
Esto nos lleva a un aspecto importante: al hacer la lista preocúpate de pronunciarlos en voz alta y repetirlos varias veces, combinándolos con ambos apellidos.
Piensa en los apodos: hay nombres que te resultan bonitos, pero su apodo no. Por ejemplo, si nombras a tu bebé Ignacio, debes tener en cuenta que muchas personas lo llamarán Nacho.
Una vez elegido… ¿Contar o no contar?
Al haber llegado a la decisión con tu pareja (lo que no fue nada de fácil), ahora te enfrentarás a otra disyuntiva: ¿quiero contarlo a mi familia y amigos? Hay varias cosas que debes considerar:
- Nombre colectivo: si decides hacer una encuesta familiar ten en cuenta que recibirás muchas sugerencias, críticas e ideas. Esto puede hacerte sentir molesta o confundida. Te dirán lo mal que les cae una persona que se llama igual o que es el mismo nombre que tenían pensado para su bebé, y tus opciones se limitarán.
Robo de nombre: muchas veces pasa que el nombre se comenta de boca en boca y otros padres lo eligen para su bebé. No es un crimen, pero si quieres que tu hijo tenga un nombre único tal vez lo mejor sea guardarlo lo más posible.