La lactancia materna es una de las fuentes de alimentación más importantes para los bebés desde sus primeros días de vida. Por ello es importante que rompas con algunos mitos y conozcas todas las realidades sobre esta. A continuación encontrarás toda la verdad sobre esta, la alimentación inigualable para nuestras guaguas.
¿Qué es la lactancia materna?
Empecemos por aclarar nuestros conocimientos sobre lo que es la lactancia materna, la cual es básicamente la alimentación de nuestros bebés con la leche materna que ellos extraen directamente del pecho materno.
Sin duda, la lactancia materna es la forma más natural de alimentar a tu bebé, y por supuesto, la más recomendada por los expertos en salud infantil. Esto es porque en la leche encuentran todos los nutrientes que el bebé necesita para su desarrollo físico y mental, tales como:
- Grasas
- Proteínas
- Carbohidratos
- Minerales y vitaminas
- Elementos antibióticos (inmunoglobulinas, glóbulos blancos, oligosacáridos, proteínas del suero).
Además, en la práctica de la lactancia cuando el bebé toma directamente del pecho su leche, genera vínculos afectivos y emocionales con la madre. Cosas tan sencillas como sentir el palpitar del corazón de la madre y el calor corporal de ella, genera una relación muy cercana especial para ambos.
Mitos acerca de la lactancia materna
Ahora, luego de conocer a fondo lo que es la lactancia, lo mejor será romper con esos mitos y acabar con esas falsas creencias sobre lo que se dice de la lactancia materna. Conoce la verdad sobre algunos de esos mitos:
- Cuando la madre tiene los senos operados o cirugía estética en ellos no podrá lactar. Esto es falso; debido a que los conductos de la leche son independientes de los implantes que se hayan integrado en la cirugía estética.
- Con la lactancia se caen los pechos. Esto es falso; la causa de la caída de los pechos va ligada a la elasticidad de la piel de los senos, la edad y la genética.
- Debes comer por dos para producir suficiente leche. Esto es falso; la verdad es que debes llevar una dieta completa y balanceada, sin tener que duplicar la dosis, y en cualquier caso, si el médico percibe alguna carencia de nutrientes o peso por debajo de lo normal, él es quien debe recomendarte una dieta especial.
- El bebé que llora por hambre lo hace porque la leche materna no le está alimentando. Esto es falso; la leche materna es el alimento más completo que el bebé puede recibir, así que lo que se debe hacer si tu bebé tiene hambre es dejarlo que tome más pecho. En caso que la madre no tenga la suficiente producción de leche, puede tomar varias ayudas como los masajes y el uso del sacaleches.
- La leche materna después del año del bebé ya no le aporta nutrientes. Esto es falso; la edad recomendada como mínima por la OMS para lactar a los bebés es hasta los 2 años, debido a que esta le sigue aportando una importante fuente de energía y lo ideal sería acompañarla de la alimentación complementaria con otros alimentos naturales sugeridos por el pediatra.
- Si estás embarazada no puedes amamantar al bebé. Esto es falso; las madres que quedan nuevamente embarazadas dentro del período de lactancia pueden amamantar a su bebé durante todo el embarazo, y esto en ningún momento podría apresurar el parto, inducir un aborto o daño para el bebé lactante.
Realidades de la lactancia materna
Ya que desmentimos algunos mitos haciendo justicia a la verdad sobre la lactancia, podemos continuar con toda la realidad sobre este proceso tan importante para la alimentación infantil:
Es verdad que la madre debe controlar y limitar el consumo de gaseosas, cafeína, té y leche de vaca. Estos podrían generar irritabilidad en el bebé, eso sin contar que de por sí para cualquier persona estos alimentos suelen no ser tan saludables en exceso.
Es verdad que sin importar la forma del pezón todos, los pechos lactantes son aptos para la función. Es importante aclararte que hay dispositivos como los sacaleches pueden ayudar a dar forma al pezón (especialmente cuando es invertido o plano), facilitando que el bebé lo pueda agarrar bien para la correcta succión.
Es verdad que lactancia materna se puede prolongar, aun cuando la madre tenga que regresar al trabajo o a sus ocupaciones lejos del bebé. Gracias a los sacaleches y botellas esterilizadas se puede armar un banco de leche en casa, de manera que siempre haya reserva de leche para el bebé cuando la madre no está en casa.
Es verdad que la leche materna congelada puede ser apta para el consumo del bebé después de meses. De acuerdo a la temperatura del congelador y del ambiente en el que estés, la leche materna debidamente almacenada y tapada herméticamente, puede tener hasta 3 o 6 meses de vida útil.
Es verdad que a mayor actividad de succión mayor será la producción de leche. Esto quiere decir que no debes “ahorrar” leche para la siguiente toma de tu bebé; puedes dejarlo que tome a libre demanda, ya que entre más veces y por más tiempo succione, la cantidad de leche en producción se aumentará.
Es verdad que las fisuras en los pechos maternos son a causa de una posición inadecuada del bebé; así que nada de echarle la culpa al tipo de piel de la madre, o a que el bebé dura mucho tiempo lactando, o a una mala preparación del pezón durante el embarazo.
¿Qué hacer si no puedes amamantar a tu guagua?
Existen diferentes causas por las que no puedes amamantar a tu guagua, algunas como que debes estar lejos de él (trabajo, estudio, etc.), porque presentas una baja producción de leche (suele ser solo al comienzo de la lactancia), o porque tu estado físico no te lo permite (grietas en los pezones, cesárea bajo sedación).
Como las anteriores puedes encontrar muchas razones más que impiden que amamantes tu bebé directamente del pecho, por lo que debes buscar alternativas para que aun cuando tu bebé no pueda tomar la leche del pecho, pueda hacerlo desde su mamadera.
Una de las mejores maneras de no suspender la alimentación con leche materna para tu bebé, y poder prolongarla por lo menos hasta los 2 años de edad (recomendado por la OMS) es el sacaleches.
A partir del sacaleches podrás extraer tu leche materna y almacenarla para que el cuidador de tu hijo se la pueda proporcionar en el momento en que la demande. Con esto tienes la solución si es que tu caso es en el que tienes que ausentarte de tu bebé, si tienes baja producción de leche o si tienes inconvenientes para cargar el bebé (cesárea) o para darle de tu pecho (congestión en los senos y fisuras).
De igual manera, recuerda que siempre es importante consultar con el pediatra sobre tu problema para amamantar a tu guagua, ya que en situaciones más complejas, se podría necesitar fórmulas alimenticias complementarias, terapias de masajes o hasta la suspensión de la leche materna en casos de mastitis.
Beneficios de la leche materna
Ahora te preguntarás, ¿por qué se hace tanto énfasis en proporcionar la alimentación con la leche materna en nuestros bebés?
Pues la verdad que tanto la OMS, UNICEF y otras entidades especialistas en la salud coinciden en que este alimento es el más completo y recomendado como alimento exclusivo hasta los 6 meses, y complementario hasta los 2 años como mínimo.
De esta tu guagua recibe:
- Fortalecimiento de sistema inmunológico (defensas y anticuerpos contra virus e infecciones)
- Efectos analgésicos demostrados.
- Facilita la absorción de los nutrientes.
- Nutrición balanceada y completa que evita enfermedades como el sobrepeso del bebé o desnutrición.
- Ayuda a la economía del hogar ya que las fórmulas lácteas para bebés suponen un costo más para la familia.
A esto puedes sumarle que se ha comprobado que las madres que lactan a sus bebés bajan el peso ganado durante el embarazo más rápidamente y generan un vínculo afectivo mayor con su guagua.
Finalmente, ten en cuenta que hay muchas opciones para que no dejes de aprovechar todos los beneficios que trae consigo la lactancia materna. Tú y tú bebé son los mayores beneficiados al seguir este proceso tan especial hasta el tiempo recomendado.