Mi nombre es Ismee y soy terapeuta ortomolecular y nutricionista. Ayudo a la gente a tener una existencia libre de síntomas de una forma completamente natural. También apoyo a muchas mujeres en su deseo de embarazarse de manera normal. Regularmente, llevo a mis seguidores en Instagram (@ismee.pureliving) conmigo en mi búsqueda de un estilo de vida saludable. Incluyo aspectos como nutrición, ejercicio, cuidado personal, estrés, radiación y químicos. Si tienes cualquier pregunta, no dudes en contactarme.
Hay una sustancia particular a la cual todos tenemos un poco de temor, aunque dicha sustancia es el principal ingrediente de nuestras hormonas sexuales. ¿De qué estoy hablando? ¡GRASA! Y nuestra fobia a las grasas puede a veces causar problemas.
¿Sabías que la grasa en la comida es el principal ingrediente de las hormonas estrógeno y progesterona? Ya sabes… esas hormonas súper importantes que necesitas para poder quedar embarazada. Y no, no te hablo de la grasa en las donas y frituras, hablo de grasas saludables y te voy a explicar lo que es la grasa saludable y la no saludable, para que puedas hacer una elección consciente de ahora en adelante.
Nuestro cuerpo necesita un equilibrio entre las grasas omega-3, 6 y 9. Las necesitamos todas, pero en las proporciones correctas. A menudo carecemos de omega-3, y tenemos un exceso de omega-6 debido a que consumimos demasiados productos procesados. Esto promueve la inflamación y ralentiza la producción de importantes hormonas.
Todos deberíamos incorporar grasas Omega-3 a nuestro estilo de vida, y espero alentarte a hacer eso con este artículo. Aparte de ser el principal ingrediente de nuestras hormonas, Omega-3 también es la más importante fuente de energía para el cerebro. Por ejemplo, ¿sabías que durante el embarazo o la lactancia, a un bebé le encantaría beber todo el Omega-3 del cerebro de su madre? Él necesita eso para permitir a su propio cerebro crecer adecuadamente. El hecho de que tú como madre desarrolles demencia del embarazo o te vuelvas olvidadiza es mucho menos importante para el niño/a. Es por ello que el Omega-3 y por tanto la grasa saludable es tan extremadamente importante en todas las fases de tus intentos por concebir y durante el embarazo.
Todo alimento consiste de una distribución de tres macronutrientes: carbohidratos, grasas y proteínas. Cuando hablo de grasa saludable (Omega-3), quiero decir grasas que están presentes naturalmente en un producto orgánico. Considera, por ejemplo: coco, nueces, semillas, granos, aguacate, pescados y productos animales orgánicos como lácteos y carne. Las grasas puras y no procesadas, tales como el aceite de oliva virgen extra, aceite de coco, aceite de aguacate y la mantequilla orgánica también son esenciales aquí. Querrás añadir todas estas grasas mencionadas a tu dieta diaria.
Las grasas que están naturalmente presentes en los productos, están ahí por una buena razón: para que tengas grasas saludables para tu fertilidad. Por ejemplo, promueven la absorción de importantes proteínas, vitaminas y minerales contenidos en el producto. Un buen ejemplo: absorbes mucha MENOS proteína del yogurt bajo en grasa que del yogurt completo. Además, sabe mucho mejor y te llenas más rápido, así no tienes que comer tanto. ¡Ganar-ganar!
Entonces, ¿cuáles son las grasas que debo evitar?
Hace años nos decían que las grasas tales como la de girasol, maíz y maní eran saludables. Ya no, por supuesto, ya que ahora todas son sobre-procesadas y actualmente solo se añaden a otros productos o se usan para hornear (no lo hagas). Estos aceites vegetales procesados causan inflamación en el cuerpo, entre otras cosas. Afortunadamente, el saber que la grasa solo es saludable cuando su fuente es un vegetal, es información desactualizada porque el grupo de mujeres con problemas de fertilidad continúa creciendo.
Si miras un paquete de comida y tiene grasa añadida, esta es casi siempre grasa procesada. Esta es la grasa que debes evitar e incluso podría ser grasa trans. La grasa trans es lo que está causando el aumento de la epidemia de diabetes y de enfermedad cardiovascular. Entonces, ¡deshazte de todas esos productos y grasas procesadas! Enfócate en las grasas saludables para tu fertilidad.
¿Qué puedo usar para cocinar y qué se puede calentar?
Aceite de coco, aceite de oliva ligero, mantequilla orgánica o ghee. ¿Con qué sería preferible que no cocinaras? Con aceite de girasol, mantequilla normal, aceite de maíz, o cualquier otra cosa que diga: baja en grasa, o magro.
Por último, pero no menos importante: el aceite de oliva extra virgen es ¡EXCELENTE! Pero sírvelo frío, sobre los vegetales y ensaladas y no hornees con él. Consume grasas en su forma natural. O sea sin procesar, sin calentar (prensado en frío, puro), y sin aditivos químicos. Y no lo olvides, una dieta saludable siempre consiste de equilibrio y variedad.