El estrés en la lactancia es un tema controversial. Incluso, suele causar más ansiedad aún pensar que si nos estresamos, se nos puede cortar la leche. Pero para que estemos tranquilas, Consuelo Cruzat, asesora de lactancia, nos cuenta que no es tan así y nos explica por qué.
“Cuando nos estresamos aumenta el cortisol y la adrenalina en nuestra sangre, el cuál hace que nos cueste más liberar oxitocina y prolactina.
La oxitocina es la hormona que permite la liberación de la leche que estamos produciendo en la glándula, hacia la boca de nuestra guagua mientras succiona (reflejo de eyección).
Si tenemos mucha presencia de cortisol y adrenalina en la sangre, liberaremos menos oxitocina y por ende saldrá menos leche (o costará más rato que empiece a salir).
Pero la buena noticia es que es solo temporal. El estrés no afecta nuestra producción de forma inmediata. Solo se ve afectado el sistema mientras estén altas las hormonas del estrés.
Entonces, ¿vemos menos leche en un cuadro de estrés? Puede ser que sí, pero, ¿es porque se nos está cortando? ¡NO! Basta que bajemos un poquito los niveles de cortisol y adrenalina en la sangre respirando profundo, o buscando apoyo para permitir la aparición de la oxitocina y la salida de la leche como siempre.
Si el estrés es prolongado puede afectar a largo plazo la producción, pero si lo paramos a tiempo o lo manejamos, no necesariamente tiene que terminar con la lactancia.
Además la oxitocina es un poderoso ansiolítico y antidepresivo natural. Si le damos un pequeño empujoncito inicial cuando nuestra guagua empieza a succionar, esta misma hormona actúa como un SOS y nos ayuda a relajarnos y estar más tranquilas.
Por último decirles que la maternidad, queramos o no, muchas veces implica estrés diario. Por lo que, si este mito fuera cierto, la gran mayoría de nosotras no podríamos dar leche. Así que estrésense tranquilas, que tiene solución”.
Consuelo Cruzat
Asesora de Lactancia
Psicóloga Infanto Juvenil
Instagram: @con_su_lactancia