El dolor en los pezones durante la lactancia materna ¿Es esto normal?

Nov 7, 2018

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El dolor en los pezones es una experiencia común para las nuevas madres, del cual muchas mujeres piensan que es normal durante todo el proceso de lactancia y solo siguen con ello. El dolor en los pezones puede hacer que la lactancia materna sea una experiencia desagradable para la mujer y para el bebé, lo cual puede afectar la decisión de si continuar o no. Es realmente importante que no se ignore el problema.

Algunas mujeres pueden no sentir dolor al principio, especialmente si han estado tomando analgésicos durante los días o semanas siguientes al parto. Es importante permanecer atentos y solicitar ayuda a la primera señal de dolor o de incomodidad en los pezones. Si ignoras el dolor, tus pezones pueden resultar dañados. Pueden agrietarse y sangrar, lo cual hace que la lactancia sea un dolor intolerable. El daño provocado en el tejido del pezón puede resultar con problemas más serios.

El dolor en el seno y en el pezón indica a las matronas y a los especialistas en lactancia que algo no está del todo bien. Los expertos están de acuerdo en que no se debe aguantar el dolor y que deben afrontarlo para evitarlo.

¿Qué causa el dolor durante la lactancia materna?

Problemas con el acople

Un mal acople es la causa más común de dolor y de incomodidad durante la lactancia materna. Si duele mientras tu bebé se prende, algo está mal. Si tu bebé no está prendiendo correctamente, probablemente estés muy vulnerable a desarrollar dolor en los pezones en los primeros días o semanas de la lactancia materna. Un acople poco profundo es cuando tu bebé no tiene una suficiente parte del seno en la boca de él o de ella, esto causa que el bebé chupe el pezón antes que el seno, causando dolor y daños en el mismo. La zona completa del pezón (areola) debería de estar cubierta por la boca del bebé. Obtener un buen acople es importante, no dudes en obtener un buen asesoramiento y apoyo de un experto. Una matrona o una consultora de lactancia puede ayudarte a posicionar a tu bebé correctamente para lograr un profundo y apropiado acople.

Pliegue de la lengua

Si la piel que conecta la lengua de tu bebé al piso de su boca (frenillo) es muy corta o se extiende muy lejos del frente de la lengua, el movimiento que esta produce puede ser restringido. Esto puede causar problemas con la lactancia, incluyendo pezones adoloridos. Tu médico o consultor de lactancia debe de examinar la lengua de tu bebé. El pliegue de la lengua puede ser arreglado fácilmente con un procedimiento de menor importancia. Si esta es la razón de una lactancia pobre, un agarre poco profundo o pezones adoloridos, encontrarás que amamantar es mucho más fácil luego de que el problema haya sido resuelto.

Higiene

Evita el uso de gel de baño, jabón u otro detergente en los pechos y los pezones. Estos productos pueden secar la piel y llevar a tener unos pezones agrietados. Simplemente enjuagar tus pechos con agua tibia en la ducha es lo mejor. Después de bañarte o dar pecho, deja que tus pezones se sequen con el aire. Puedes usar un bálsamo de pezón para reemplazar la humedad perdida. Escoge un bálsamo que no necesite ser enjuagado antes de alimentar. De esta forma tendrás mejor lubricación y protección si tu bebé tira o aprieta el pecho. Las almohadillas sintéticas o no respirables del sostén deben de ser evitadas ya que pueden crear un terreno para bacterias u otros microbios dañinos. Cambia los cojines frecuentemente para mantener una buena higiene y evadir problemas de microbios.

Candidiasis en el pezón

Si tu bebé tiene una infección oral por hongos, esto puede ser fácilmente traspasado a las mujeres durante la lactancia materna. La candidiasis puede causar dolor y daño en el pezón, incluyendo agrietamiento y sangrado. Los síntomas incluyen picazón, dolor y pezones rojos y brillantes. Generalmente se siente en ambos senos durante o después de la alimentación. El eccema puede presentarse con síntomas similares a una infección por hongos, así que es importante siempre estar chequeándose con el médico para asegurar que el tratamiento sea el correcto.

Ampolla de leche o “perla de leche”

Una ampolla de leche, también conocida como perla de leche, es causada cuando una capa delgada de piel crece sobre el conducto de abertura y atrapa la leche, o cuando una pequeña cantidad de leche secada simplemente obstruye el conducto de abertura. Una ampolla de leche puede ser un punto blanco o amarillo en el pezón y puede causar dolor en ese lugar y justo detrás de él. Algunas veces una frotación suave con una toalla después de bañarse puede despejar la ampolla o la despoja la próxima vez que extraigas leche. Si la ampolla de leche no se va rápidamente por cuenta propia, tu consultor o médico de lactación puede tratarla pelando la piel o extirpando la ampolla.

Ampolla de pezón

Una ampolla en el pezón es una ampolla clara, amarilla o de sangre que causa un dolor intenso durante la lactancia. La fricción o succión de un mal acople es la causa más común que causa este tipo de ampolla dolorosa. Los sostenes de lactancia mal ajustados y/o el uso de un extractor de leche en un nivel alto también puede ser otra causa común de las ampollas de fricción.

Traumas por extractor de leche

El incorrecto uso de los extractores de leche puede causar daños a los pezones. Si la copa para el pecho que viene con el extractor es muy pequeña para tus pezones, este causará problemas. Si los niveles de succión son muy altos, también puede causar problemas. Si no estás segura de cómo se debe usar un extractor o qué tipo de extractor usar, un experto en lactancia o matrona puede aconsejarte y ayudarte en tu comienzo.

Ocasionalmente, una afección subyacente como la enfermedad de Raynaud causa vasoespasmo y dolor en el pezón. Con esta condición el pezón se vuelve blanco o pálido después de alimentar y es doloroso a medida que la sangre fluye hacia atrás. El dolor se siente comúnmente en ambos pezones y se desencadena por la exposición al frío o a cambios de temperatura repentinos. Tu médico o consultor de lactancia te asesorará sobre cómo manejar la lactancia en esta condición.

Lo más importante que hay que recordar es que el dolor en los pezones indica que algo no está del todo bien. No debes soportar el dolor y las causas más probables de este pueden ser fácilmente resueltas con el asesoramiento y apoyo adecuado. Tal vez quieras incrementar el tiempo entre las tomas si estás sintiendo dolor en el pezón. Sin embargo, si es posible, trata de continuar con las tomas regulares. Si es insoportable, trata de buscar el apoyo de un consultor de lactancia en el transcurso de un periodo corto de 12 a 24 horas mientras tus pezones se recuperan.

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