El proceso de destete marca una etapa significativa en nuestra vida como madres. Para muchas de nosotras, el destete representa un cambio emocional y físico que requiere comprensión y paciencia, es por esto que se debe hacer de manera respetuosa tanto para nosotras como para nuestro bebé.
¿Qué es el destete respetuoso?
El destete respetuoso es un enfoque que reconoce las necesidades emocionales y físicas de nosotras como madres y de nuestro hijo o hija. Se basa en la comunicación abierta, el respeto mutuo y la atención a las señales de nuestro bebé, permitiendo que el destete ocurra de manera gradual.
Tipos de destete:
- Destete dirigido por nuestro hijo o hija: este tipo de destete ocurre cuando nuestro bebé muestra un interés cada vez menor en la lactancia materna y comienza a auto destetarse de forma gradual.
- Destete dirigido por la madre: ocurre cuando nosotras como madres decidimos dejar de amamantar a nuestro bebé.
- Destete obligatorio o forzoso: este ocurre cuando el destete se produce por una situación de fuerza mayor que hace que dejemos de dar pecho a nuestro bebé. Puede ser una enfermedad o separación prolongada, por ejemplo.
Claves para un destete exitoso:
- Escucha las señales del lactante: debemos escuchar las señales de nuestro hijo o hija e ir guiándonos por eso para llevar el destete gradualmente.
- No negar: podemos dejar de ofrecerle el pecho, pero no negárselo.
- Ofrece alternativas nutritivas: introduce alimentos sólidos nutritivos y otras formas de alimentación para satisfacer las necesidades de nuestro hijo o hija a medida que el destete avanza.
- Mantén la cercanía y el apego: El destete no significa el fin del vínculo madre-hijo. Continúa ofreciendo afecto, abrazos y tiempo de calidad juntos para mantener la conexión emocional.
- Distraerlo con otras actividades o accesorios: tratar de cambiar la rutina con juegos u otros elementos como el chupete, así desviamos la atención de nuestro hijo o hija de la lactancia.