No hay nada mejor que alimentar al bebé a través de la lactancia materna, es por eso que tener un banco de leche en tu propia casa puede alargar y dar constancia a esa etapa. Aquí todo lo que debes saber.
Amamantar a nuestros hijos aporta infinitos beneficios para él, pero a veces las mamás no tienen el tiempo suficiente, se interrumpe con la reintegración a la vida laboral, o simplemente el acto de amamantar es molesto para ella. Ante estas situaciones, se pueden planificar con tiempo ciertas acciones para continuar brindando leche materna al bebé.
Para esto, debes aprender a hacer tu propio banco de leche en tu hogar: un banco doméstico de leche materna se refiere al acto de extraer, envasar y almacenar la leche que servirá para alimentar al bebé cuando la madre no pueda amamantar por cualquier razón.
¿Por qué guardar leche materna?
El principal objetivo de realizar un banco de leche materna es que el bebé tenga su alimento en caso de que la mamá esté ausente o no produzca leche en un momento que el bebé lo necesite. La idea es planear extracciones con anticipación, según el tiempo que se estará alejada del bebé.
Mientras antes comiences a almacenar leche materna, mejor. Así, si inesperadamente tienes que dejar a tu hijo al cuidado de alguien más, le seguirás dando lo mejor de tí. Se recomienda comenzar la extracción desde los primeros días de nacido, ya que las glándulas mamarias producen calostro: este líquido contiene propiedades muy beneficiosas para el bebé.
De hecho, lo ideal sería que planifiques la creación del banco de leche doméstico antes de que nazca tu bebé. No extrayendo leche, obviamente, sino que armando el espacio (quizás necesites otro congelador) y consiguiendo las bolsas de almacenamiento y otros elementos que necesitarás.
La extracción
Cuando el bebé está succionando el pezón, la producción de leche se activa al 100% de su capacidad. Es por esto que se recomienda extraer leche mientras se amamanta: conectar el extractor al pecho del cual no se está alimentando el bebé. Esta es una excelente manera también de ahorrar tiempo: “dos pájaros de un tiro”.
Es absolutamente normal que al empezar a armar el banco de leche y comenzar a extraerse, puede que no salga mucha leche, ya que el cuerpo produce lo que necesita el bebé, por lo que debes empezar a acostumbrar a tu cuerpo a aumentar la producción, pero de manera gradual. Así, de a poco empezarás a extraer cantidades significativas para almacenar. Si vas a comenzar a trabajar, se recomienda comenzar extrayendo al menos dos semanas antes de la fecha.
Es importante aprender a extraer leche y probar distintas técnicas (sacaleches manual o eléctrico, simple o doble). Un modo incorrecto de extracción puede generar problemas como mastitis.
Para prepararse para la extracción, se aconseja:
- Lavarse las manos con agua y jabón.
- Masajear los pechos para estimular la glándula y activar el reflejo de eyección.
- Instalarse en un lugar cómodo e higiénico.
Además, hay algunos momentos en los que es muy recomendado extraer pues hay mayor producción de leche:
- Como ya mencionamos, mientras amamantas es una de las situaciones más óptimas pues se está estimulando mucho la producción.
- Después de 10-20 minutos de una toma, se genera un aumento de prolactina que estimula una nueva síntesis de leche. Aprovecha ese momento para extraer.
- Extrae cuando sientas los pechos llenos o sientas una bajada de leche.
- Si llevas más de 3 horas sin vaciar el pecho, es un momento oportuno para extraer.
- Durante la madrugada, los niveles basales de prolactina aumentan, llenando los pechos. Aprovecha ese momento para extraer.
Almacenamiento seguro
La leche materna contiene gran variedad de vitaminas y agentes inmunológicos muy beneficiosos para el desarrollo del niño. Para garantizar esas propiedades cuando se almacena, hay ciertas reglas que se deben seguir.
De un día para otro, se debe guardar en el refrigerador. Si estimas que no la usarás a corto plazo, te recomendamos congelarla. Congelada correctamente, la leche materna puede usarse hasta 6 meses después. Puedes usar bolsas especiales para almacenar leche materna, o frascos herméticos para guardar mayor cantidad.
Consejos para un almacenamiento correcto de la leche materna:
- Marca cada recipiente con la fecha y hora de la extracción.
- Para refrigerar leche materna envasada: ubica los recipientes en el fondo del refrigerador, no en la puerta. La leche puede durar entre 5 a 8 días, refrigerada entre 0 y 5 ºC)
- En un congelador: la leche se conserva cerca de 3 meses. Si se almacena en un congelador separado al refrigerador, con temperatura constante de -19 ºC, puede durar hasta 6 meses.
- Para descongelar: primero baja la leche al refrigerador para mantener la cadena de frío. No poner a calentar directamente en el fuego ni usar microondas. Usa baño maría o calentador.
- Una vez descongelada no se puede volver a congelar.
- Si se calentó leche y el bebé no tomó todo, desechar.
- Es normal que al almacenar se separe el suero y la grasa de la leche.
- La leche a temperatura ambiente (19-22 ºC) dura cerca de 10 horas.