Uno de los primeros síntomas que podrías sentir al quedarte embarazada serán las náuseas, las que se manifiestan como malestar estomacal, ganas de vomitar y/o asco intenso, especialmente durante la mañana. Descubre por qué son tan comunes, cómo afectan al bebé, recomendaciones útiles para disminuirlas y cuándo debes preocuparte.
La falta de la menstruación y sentir náuseas suelen ser las razones por lo que las mujeres se dan cuenta de que están embarazadas. Los malestares estomacales suelen afectar al 60% de las futuras madres y se producen en los primeros meses, con un peak alrededor de la novena semana de gestación. Esto puede producir que algunas mañanas vomites o que alimentos que te gustaban ahora te provoquen repulsión.
No hay una cura para las náuseas, pero hay ciertas cosas que puedes hacer para que no te molesten tanto. Además, aunque es uno de los síntomas normales del embarazo, si persisten por todo el período es mejor que consultes a un especialista.
¿Por qué se producen?
- Cambios hormonales: en el inicio del embarazo sufrirás cambios hormonales frecuentes: aumenta la gonadotropina coriónica (HCG) y el estrógeno. Esto puede influir en cómo se perciben los sabores, y algunos podrían empezar a incomodarte (y otros pueden convertirse en una obsesión, por eso es típico de las embarazadas tener fuertes antojos).
- Bajadas en el nivel de azúcar en la sangre: durante las primeras semanas, el crecimiento del bebé y de la placenta consume mucha energía de tu cuerpo, en forma de glucosa. Esto puede producir fatiga y mareo.
- Superpoder: las embarazadas tienen el olfato altamente agudizado y alterado, eso quiere decir que olores que no le habían molestado pueden ser muy desagradables.
En algunos casos, las náuseas y vómitos son tan intensos que pueden hacer que adelgaces hasta más del 5% de su peso. En general, si no puedes alimentarte de forma normal y estás vomitando seguido, tu bebé igual crecerá, extrayendo las sustancias de las reservas de tu organismo. Raramente los vómitos gestacionales causan malnutrición en el bebé, sin embargo, puede que pierdas grandes cantidades de sales minerales con posibles consecuencias para su salud, por lo que te sugerimos consultar a tu doctor si estás perdiendo mucho peso.
¿Cómo aliviar las náuseas?
Aunque lo más probable es que no puedas hacer nada para que desaparezcan por completo, siguiendo pautas de alimentación específicas y adecuando tu estilo de vida puede que las controles para disfrutar esta etapa de espera de tu bebé:
- Dieta alimenticia: se aconseja hacer comidas pequeñas y frecuentes (cada 2 o 3 horas), ricas en carbohidratos y pobres en grasas. Evita las bebidas con gas, la comida con olores muy intensos, sabores picantes, frituras y tener el estómago vacío. Además, no comas alimentos que te produzcan repulsión.
Idealmente prefiere comidas ligeras a base de fruta, verduras, yogur y cereales, para regular el intestino y favorecer la digestión y aumentar el aporte de zinc que ayuda a combatir la sensación estomacal. El jengibre puede ayudar con las náuseas.
- Descansa: las náuseas pueden empeorar si estás cansada, así que date tiempo para hacer siestas si puedes, o realizar actividades relajantes. Evita el estrés, la ansiedad y los viajes largos en vehículos.
- Mantener una buena hidratación: evitar la deshidratación es bueno para el control de las náuseas. Se recomiendan dos litros de agua al día a temperatura fría.
Náuseas del embarazo de carácter grave (hiperémesis gravídica)
En algunos casos las náuseas en el embarazo son muy intensas y repetidas: esta forma grave de vómito se llama hiperémesis gravídica (HG) y está asociada a la intolerancia a algunos alimentos. Las mujeres diagnosticadas suelen vomitar 4 o más veces al día.
Esta condición suele afectar al 1-4% de las mujeres embarazadas y puede durar todo el embarazo. Las mujeres que la padecen son incapaces de comer por largos períodos, lo que causa una disminución de peso muy alta que puede ser perjudicial para el bebé.
Algunos factores que pueden aumentar las probabilidades de presentar HG durante el embarazo son:
- antecedentes personales o familiares de esta afección,
- embarazo múltiple;
- cinetosis;
- dolores de cabeza tipo migraña fuertes.