Josefina Sullivan, psicóloga de la Universidad Católica de Chile y estudiante del Máster en Neuropsicopedagogía del Instituto Superior de Psicología y Educación de España, abarcó algunas interrogantes que pueden surgir en los padres durante esta etapa en la que los niños están aprendiendo desde las casas: cómo les afecta y qué podemos hacer para motivarlos.
1. ¿Se debe priorizar la continuación de estudios de los niños en la casa durante este tiempo de crisis por Coronavirus?
En la medida que se pueda hay que continuar con los estudios de los niños, pero creo que la prioridad es manejar la ansiedad y estrés que todo este tema pueda generar en ellos. Hay mucha incertidumbre, muchos cambios, cosas que no entienden, cosas que entienden a medias, porque muchas veces no se les explica lo que está pasando y subestimamos lo que pueden entender.
Hay que analizar a cada niño en particular e ir adecuando la rutina y los estudios dependiendo de cómo se manejan las incertidumbres y sentimientos que van apareciendo en este tiempo. Es importante que generemos diálogo con los niños, que nos vean abiertos a resolver sus dudas e inquietudes y que sepan que estamos ahí para ellos. Si esto no se logra, seguir con los estudios no va a tener mucho fruto. Con altos niveles de ansiedad, no se logra un buen aprendizaje.
2. ¿Qué reacciones o actitudes podríamos esperar notar en los niños cuarentenados?
Por un lado, es normal que los niños sientan miedo, ansiedad, estrés e inseguridad. Esto pasa porque la mayoría entiende que las cosas están un poco raras y que no se puede hacer todo como antes. En este sentido hay que ser empáticos: lo más importante es generar diálogo y conversaciones en las cuales el niño se sienta escuchado, seguro y pueda expresar lo que le pasa. Las pataletas, rabietas, hacerse pipí en la cama y pesadillas, pueden estar relacionadas a esto y es bueno que busquemos el diálogo sin sofocarlo. Si el niño no quiere hablar siempre es bueno dibujar o jugar para ayudarlo a expresar.
Por otro lado, los niños están llenos de energía y estar encerrado en la casa puede ser muy frustrante. Hay que ponernos creativos en la medida que se pueda. Rutinas de ejercicios, actividades manuales, juegos de mesa, etc. los van a ayudar a distraerse. La idea es hacerlos sentir que estar afuera de la casa no es la única forma de pasarlo bien. Hay muchísimas ideas en Internet, páginas de Instagram y/o Pinterest, además jardines y colegios están ofreciendo actividades e ideas de forma remota. Muchas veces, una caja de cartón y lápices es suficiente para que el niño eche a andar la imaginación y se entretenga.
3. Si no continúo con su aprendizaje y horarios, ¿le va a costar más a mi hijo volver al colegio/jardín?
Depende un poco de cada niño, de su personalidad, de cuánto le costaba antes y de cómo se lleva la cuarentena. Es un tiempo difícil para todos, no solo para los niños, por lo que tenemos que hacer lo mejor posible pero sin volvernos locos. La idea es disminuir la ansiedad como familia. La rutina es muy importante para generar estabilidad y seguridad en los niños, por lo que sí debiese ser una prioridad. Establecer horarios, darles instrucciones y poner límites son aspectos importantes para que al niño no le cueste volver a la rutina después. Tratar de no acostarse tarde, no levantarse tarde, tener horarios de comidas, baño, etc. son elementos que ayudan.
4. ¿Puede sufrir retrasos en su desarrollo intelectual?
Depende en el periodo en el que esté el niño. Hay periodos críticos de aprendizaje en el que el cerebro está listo para aprender mucho más que en otros periodos. La idea es hacer todo lo mejor posible en cuanto al aprendizaje, sin embargo, estamos en una situación muy particular en la que lo más importante es generar seguridad en el niño.
Después de eso, ojalá mantenerlos al día con el colegio o jardín. Las profesoras y profesores son expertos que están capacitados para decirnos qué deben aprender los niños en cada etapa y son ellos a los que debemos consultar. Hay que tener en cuenta que su forma de trabajo también cambió y que necesitan de la comunicación y feedback del alumno a través de sus padres para lograr un mejor resultado. La responsabilidad del aprendizaje de los niños es en conjunto. Lo bueno es que su cerebro está en desarrollo y cuando las cosas vuelvan a la normalidad habrá tiempo de nivelar los estudios en aquellos casos en los que pudo haber atraso en cuanto a aprendizaje.
5. En el caso de los niños que deben acceder al computador para mantener sus clases online: ¿es dañino para ellos esta exposición?
Como comentaba antes, es una situación que nunca habíamos vivido. Creo que el foco tiene que estar puesto en hacer sentir bien al niño y cada caso es especial. Hay que ir viendo cómo reacciona cada niño al computador, cómo se maneja, cuánto se cansa y cómo afecta en su humor. Lo importante es ir mezclando con actividades que no involucren pantallas si están teniendo clases online.
El tiempo recomendable de exposición diaria varía en cada edad y etapa del desarrollo, pero se entiende que los profesores consideran este factor al momento de programar las clases. Si los niños van a estar aprendiendo de forma online, ojalá el resto del tiempo lo pasen fuera de las pantallas en la medida de lo posible.
6. ¿Cómo motivarlos a realizar las tareas o actividades que les envían desde su establecimiento educacional?
Hay que explicarles por qué no están yendo al colegio y contarles que el resto de los compañeros también están estudiando en sus casas. Ojalá tener una rutina y horarios para hacer las tareas y felicitar y dar refuerzo positivo cuando lo haga. Si los papás trabajan de forma remota en la casa, una buena forma de motivarlos es unirlos a los horarios de trabajo con los adultos. Sentarse como familia a hacer las tareas, estudiar y trabajar, y darse tiempos de descanso juntos. Cada niño se motiva de forma distinta y los papás son los que mejor saben cómo motivar a su hijo.
Intentemos de todas formas no generar más estrés en el niño, estar atentos a sus estados de ánimo y dejarlos jugar lo que más puedan. Jugando los niños van expresando lo que sienten cuando no tienen las herramientas para expresarse con palabras. Hay que mantener rutinas pero que el juego, la creatividad, pasarlo bien y aprender de otras formas sea también parte del día.