Durante el embarazo, muchas mujeres experimentan un aumento en su temperatura corporal, un fenómeno natural que puede generar preguntas y preocupaciones. Aquí analizamos las razones detrás de este aumento de temperatura y cómo manejarlo de manera segura.
Cambios hormonales:
Elevación del metabolismo basal. Durante el embarazo, el cuerpo experimenta cambios hormonales significativos, lo que puede resultar en un aumento del metabolismo basal. Esto puede llevar a una producción de calor corporal ligeramente elevado.
Circulación sanguínea aumentada:
Mayor flujo sanguíneo. Para satisfacer las necesidades del bebé en desarrollo, el cuerpo de la mujer embarazada aumenta la producción de sangre y el volumen circulatorio. Este aumento en el flujo sanguíneo puede generar un ligero aumento en la temperatura corporal.
Termogénesis materna:
Producción de calor adicional. La termogénesis, o producción de calor corporal, puede aumentar durante el embarazo debido al esfuerzo adicional que realiza el cuerpo para mantener una temperatura interna estable y proporcionar calor al bebé en crecimiento.
Cómo manejar el aumento de la temperatura corporal:
- Vestimenta adecuada: opta por ropa ligera y transpirable para mantener una temperatura corporal más cómoda durante el embarazo.
- Hidratación suficiente: bebe mucha agua, ya que es crucial para mantenerse hidratada y regular la temperatura corporal durante el embarazo.
- Evitar el calor excesivo: evita ambientes calurosos y mantente fresca en climas cálidos para prevenir un aumento excesivo de la temperatura corporal.
- Descanso y relajación: toma descansos regulares y practica técnicas de relajación para reducir el estrés y mantener una temperatura corporal equilibrada.
- Consultar con un profesional de la salud: si experimentas un aumento repentino o significativo en la temperatura corporal, es importante consultar con un profesional de la salud para descartar cualquier problema subyacente.
El aumento de la temperatura corporal durante el embarazo es un fenómeno natural causado por una combinación de cambios hormonales, aumento del flujo sanguíneo y termogénesis materna. Si bien puede ser preocupante para algunas mujeres, en la mayoría de los casos, es un aspecto normal del proceso de gestación. Mantener una hidratación adecuada, vestirse de manera cómoda y consultar con un médico si surgen preocupaciones son formas efectivas de manejar este cambio fisiológico durante el embarazo.
