Existe un mito muy extendido de que el percentil determina la salud de tu bebé. Pero no es más que eso, un mito. Si tenemos guaguas que se están alimentando con frecuencia, mojando pañales en cada toma, quedando plácidas y satisfechas después de tomar con acoples maravillosos y buena transferencia de leche, no debemos preocuparnos.
¿Qué son los percentiles? Para ir midiendo el ritmo de crecimiento, se usan tablas que determinan en qué percentil está tu bebé, respecto de los demás de su edad. Por ejemplo, si es percentil 70 en altura, significa que un 70% de los bebés de su edad son más pequeños, y un 30% es más grande. Si es 5, un 5% es más pequeña, y un 95% es más grande.
Consuelo Cruzat, asesora de lactancia y psicóloga infanto juvenil recibe consultas constantemente por este tema. Madres preocupadas porque sus pediatras les dicen que se pasen al relleno porque están en un percentil bajo.
Al indagar en sus historias ha visto que la gran mayoría de las veces son papás altos y flacos, o con contexturas pequeñas, lo que hace altamente probable que los percentiles de esas guaguas se vean “alterados”, no por la alimentación, ¡si no que por genética y contextura física! Y en el otro extremo, bebés a los que les comienzan a restringir la lactancia materna por encontrarse en percentiles muy altos de peso.
Le ha tocado también ver “cambios en la curva” justo después de una crisis de lactancia o períodos de enfermedad, que explican a la perfección esa diferencia, más allá de la lactancia. Y el relleno en muchos de estos casos no es la solución (a menos que la madre lo quiera).
El percentil dependerá de varios factores: genética, contextura física, alimentación, nivel de actividad, condiciones de salud, entre otras. Deben ser todas estas variables evaluadas para determinar si vamos bien o no.
El percentil debe leerse correctamente, y por sí solo no es indicador de absolutamente nada más que de dónde se posiciona tu guagua respecto al resto. Esto no es una competencia, pues números altos de percentil en otro bebé, no indica que sea más saludable que la tuya.
Debe estudiarse cómo va evolucionando con el paso de los controles, pues nos muestra la curva individual de crecimiento, que es la que más nos interesa. Cambios bruscos en ella nos abren los ojos a evaluar si algo más está afectando.
Así que frente a un diagnóstico tajante de percentil bajo con solución de incorporar fórmula para que suba de peso rápido, o percentil alto con indicación de restringir la leche materna, se recomienda encarecidamente “levantar antenitas”, revisar bien todo el contexto e ir tomando las medidas necesarias que los dejen tranquilos como papás y a sus guaguas realmente saludables.
Consuelo Cruzat
Asesora de Lactancia
Psicóloga Infanto Juvenil
Instagram: @con_su_lactancia
