Paula García es fonoaudióloga, especialista en deglución, alimentación infantil y motricidad orofacial, y consultora internacional de lactancia. En este artículo nos cuenta cómo saber que nuestro bebé está tomando leche de manera efectiva.
“Cuando hablamos de lactancia, se nos viene a la cabeza la imagen de un bebé tomando el pecho con la boquita bien abierta como un pez. Reconocemos que el acople está correcto ya que tiene la boca abierta abarcando gran proporción de la areola de la madre, los labios se ven evertidos (boca de pez), y comienza a hacer movimientos de succión.
Sin embargo, para que podamos decir que este acople permite que la diada tenga una lactancia exitosa, hay otros parámetros adicionales que debemos revisar.
- La postura: el bebé debe estar alineado con su cuerpo, y la madre debe ofrecer un soporte adecuado para dar seguridad al bebé. Independiente de la postura escogida, el bebé debe sentirse seguro y la madre estar cómoda sin tensiones físicas.
- La forma de presentar la mama al bebé: debe ser como un sándwich y va a depender del ángulo en que esté el bebé y su boca (acunado, recostado, rugby, etc). Se puede tomar la mama como C, como U, o una postura intermedia. Para lograr un agarre más profundo debemos apuntar levemente el pezón hacia la nariz del bebé para que active el reflejo de búsqueda y el pezón ingrese a la cavidad oral apuntando hacia el paladar. De esta manera aseguramos que la areola ingrese de manera asimétrica, es decir agarrando más proporción desde el labio inferior que del superior.
- Los labios del bebé: deben verse evertidos, es decir, mayormente el labio inferior que el superior. La boca del bebé debe quedar adosada a la mama sin ocasionar compresiones. Los labios se deben ver relajados, sin ampolla de succión. Las mejillas se deben ver redondeadas, y la nariz puede o no estar rozando la mama de la madre.
- La cavidad oral: la lengua debe protruir, es decir, debe salir sobre la encía inferior y luego acanalarse, abrazando la mama para luego hacer el movimiento ondulante. Gracias al sello de los labios y movimiento lingual, el bebé logrará generar los cambios de presiones necesarias para poder extraer la leche y alimentarse haciendo una sucesión de succiones y deglución.
- La duración de la toma: es variable, ya que si el ciclo de succión y deglución es continuo, puede hacer una toma breve y extraer todo el volumen de alimento que necesita. Pero si el ciclo de succión y deglución es errático y no sigue un patrón rítmico, o el bebé está somnoliento, es posible que tengamos que ayudarle comprimiendo la mama o estimulándolo.
- El cuerpo del bebé: otro parámetro que nos van a servir para determinar que está haciendo una toma efectiva, es que su cuerpo se va relajando gradualmente y suelta el pecho de manera espontánea al finalizar la toma. Esto nos indica que quedó saciado.
- Deposiciones: si presenta deposiciones y orina de manera frecuente, quiere decir que se está alimentando de manera correcta.
Ante cualquier duda que puedan tener con la lactancia, es importante consultar con un profesional experto en el área. Sobre todo, si tienen dudas en relación a la efectividad de la toma y ciclo de succión y deglución”,