La infertilidad o dificultad para quedar embarazada sigue siendo un tema un poco tabú. Poco se habla, pero mucho se sufre. Por eso en esta ocasión, Jacinta Concha de @maternidadyfamilia nos cuenta su experiencia reciente.
“Sí, se me cayeron unas lágrimas, cuando una vez más constaté que no estaba esperando guagüita.
Después de varios meses, por fin tenía un día de atraso. Eso sí, la ilusión duró poco. No alcancé a hacerme un test, porque siempre espero varios días. Pero esta vez de verdad creía que sí estaba embarazada. Al mismo tiempo, sin mucho éxito, trataba de no ilusionarme.
Sí. Sé que ya tenemos 2 hijos.
Sí. Sé que sólo llevamos unos cuantos meses intentando.
Sí. Sé que no hemos pasado por ningún tratamiento.
Sí. Sí sé todo eso. Sé que hay mujeres “peor” que yo.
Pero eso no me quita MI tristeza.
Obvio que estoy agradecida por lo que tengo. Por mi Pilito, mi Santi y mi Pilo que me llenan de infinita felicidad.
Creo que la felicidad y la tristeza pueden convivir en una misma persona. Porque sentirme triste no me hace infeliz.
Sí. Sí sé que hay mujeres que nunca han logrado embarazarse. Pero la tristeza del otro no quita la propia. Cada uno vive una pena. Cada uno tiene su forma de vivirla.
Y sentir esta pena me hace más empática y más comprensiva con el dolor ajeno. “Caras vemos, corazones no sabemos”. No necesito ver lágrimas o una cara de tres metros para ser compasiva, para acoger, para acompañar.
Nunca sabremos quién es quien más necesita un abrazo, una sonrisa, un gesto de amor.
Qué bacán fue cuando llegué muy triste a la pieza, y Pilo simplemente me abrazó con un cariño enorme. No dijo nada. Sólo un “Pucha. Te quiero”. Yo no necesitaba oír nada más.
Duele cuando el corazón está listo para un hij@, pero al parecer aún no es el momento.
Un abrazo grande, GRANDE para todas esas mujeres que están en la búsqueda y aún no lo han conseguido. De verdad que a todas las tengo muy presentes.
Jacinta Concha
Instagram: @maternidadyfamilia
