Si tienes un bebé recién nacido y notas que comienza a salirle una especie de ampolla en los labios, entonces estás frente a un caso de callos de succión. Pero tranquila, no es nada grave y lo más probable es que pase con el correr de las semanas.
¿Qué son los callos de succión o ampollas labiales?
Al nacer nuestros bebés tienen un millar de cosas nuevas a las que adaptarse, entre ellas, a succionar para alimentarse. Esta succión puede ser del pecho materno, de una mamadera, o de ambas.
Si notas que a los pocos días de haber nacido, comienzan a salir ampollas en su labio superior, significa que le está costando un poco esta succión. El callo es la consecuencia del roce de sus labios con el pecho o la mamadera. Pero no es grave ni requiere un tratamiento especial. En el mejor de los casos, con el pasar de la semanas irán desapareciendo solas.
Características del callo de succión
- Parecen ampollas en el labio superior.
- Son blandas, suaves y húmedas.
- No produce dolor o malestar en el bebé.
- Al secarse se van cayendo solas.
¿Es peligroso para mi bebé?
La buena noticia es que es completamente inofensivo para los recién nacidos. No lo sienten, no les duele, y desaparecen antes de los 4 meses o cuando empiezan a comer alimentos sólidos y a usar una cuchara. La mala noticia es que tal vez podría significar un problema de agarre, es decir que usa mucho los labios y encía para poder succionar, en vez de usar la lengua y los cachetes.
Si el callo no desaparece en el tiempo mencionado, podría estar causado por un problema en el frenillo del bebé. En ese caso las ampollas durarán más tiempo, las tomas de leche serán más largas, el bebé no estará subiendo de peso al ritmo adecuado y mientras succiona se podrían escuchar unos chasquidos, lo que significa que está tragando aire. Normalmente cuando es un problema del frenillo, se inflamará el labio inferior del bebé.
También puede ser molesto para la madre, ya que debido a este “inadecuado” agarre, el pezón se puede agrietar y la succión puede doler. En este caso se recomiendan las cremas para pezones agrietados y parches de hidrogel.
Cómo cuidar estos callos
Como hemos mencionado anteriormente, no debemos recurrir a ningún tratamiento en particular. Ni cremas, ni aceites, ni una mayor hidratación. Sí es muy importante no desprender ni rascar esta piel del labio de los bebés.
Si amamantar está siendo muy molesto para la madre, se puede recurrir a una matrona o especialista en lactancia para pedir recomendaciones. El problema puede estar en una mala postura o en alguna característica anatómica del bebé.